Hay varias naciones que están experimentando un sostenido crecimiento económico. Pero hay un proceso que parece cada vez más claro: el crecimiento económico no está generando el empleo que se esperaría. El índice de crecimiento del PIB se está mostrando incapaz de asumir la masa de desempleados. Hay que tener en cuenta que cada vez se necesita menos mano de obra para hacer cualquier cosa. Dado que la mano de obra es la partida donde una empresa se juega la competitividad respecto a los adversarios, es en respecto a esa partida donde se está investigando más, donde se hacen mayores innovaciones.
Y ese esfuerzo está resultando muy exitoso. Estamos siendo más exitosos en reducir la mano de obra necesaria en cualquier proceso que en producir empleo a base de crecimiento económico. Dicho de otra manera, el índice de reducción de mano de obra es superior al índice de creación de empleo por aumento del PIB.
Las consecuencias de este desfase no se le escapan a nadie. Vamos camino de una sociedad en la que una minoría muy pequeña va a ser archifantásticamente rica, rodeada de una pequeña franja intermedia de alrededor de un 10% de profesionales. El resto de la nación serán pobres desempleados sin ninguna expectativa más que vivir de los fondos gubernamentales.
Aconsejo leer Rerum Novarum de León XIII, en esa encíclica se advirtió de forma bien clara que el capital abandonado a sí mismo acabaría esclavizando a la sociedad. Los procesos económicos si no son reconducidos pueden acabar siendo de una crueldad espantosa. La solución no es el comunismo. Ya lo hemos probado unas 200 veces y no ha funcionado ni en el Caribe ni en Indochina, ni con alemanes ni con los mozambiqueños. La solución a estas alturas del siglo XXI es una mezcla de Rerum Novarum y New Deal.
Publicar un comentario