Hoy he trabajado durante la mañana en mi nuevo libro sobre la Trinidad. Pero la mitad del tiempo se me ha escapado con un problema de numeración de páginas. Ha sido un agujero del que no había manera de salir. En dos lugares del documento, la paginación comenzaba de nuevo.
Me sabía muy bien los trucos de cambios de sección y todo eso. Muchas veces me ha pasado. Pero esta vez el documento no me lo iba a poner fácil. Todo lo que me había servido hasta ahora, en este caso no me funcionaba. (En algunos casos de posesión, también pasan cosas así; como en Word.) Finalmente, tras mirar un cierto número de foros he logrado la solución.
Había que manejar el documento en opción borrador para que se visualizara el cambio de sección que en Word 2007 no se ve en la opción de mostrar símbolos de formato. Era un problema de la versión del programa. El asunto me ha fagocitado una hora entera de creatividad e ingenio.
Después he ido al obispado a enseñar mi Misal de la Virgen María. Se lo he enseñado a las secretarias, al ecónomo, al arquitecto, a la ayudante del arquitecto, a todo el mundo que se ha puesto a tiro. Yo buscaba el elogio, naturalmente.
Lo he hecho para sacerdotes que tienen problemas de visión, me excusaba cándidamente. Falso, buscaba el elogio.
Después de acompañar al arquitecto a ver la nueva capilla del seminario que tiene un estilo de falso neogótico. No porque no fuera realmente neogótica, sino porque todo neogótico es falso. El verdadero neogótico es auténticamente falso. Lo que pasa es que entre el neogótico y las otras opciones (por ejemplo, el neobarroco psicoanalítico o el estilo fábrica de los años 70), me sigo quedando con el falso neogótico.
Y acabo con un enigma para que lo resolvaís mis lectores. Qué episodio histórico representa este óleo. El óleo me encanta. Pero no tengo idea de a quien está representando. Sólo voy a dar una pista: el título del cuadro es Los favoritos del emperador Honorio.
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