El artículo fue escrito por Alejandra María Sosa Elízaga y presenta las siguientes razones:
1. Jesús lo pide
Jesús se le apareció a Santa María Faustina Kowalska, religiosa polaca (1905-1938) y le pidió dar a conocer la misericordia divina a través de tres medios:
a) La imagen con la inscripción “Jesús, en Ti confío”.
Dijo Jesús: “Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá”. (Diario de Santa Faustina #48).
b) La fiesta de la Divina Misericordia, el Segundo Domingo de la Misericordia (este año el 23 de abril).
Dijo Jesús: “Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores... El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas.” (Ídem, #699).
c) La oración que Él le dictó: “Coronilla de la Divina Misericordia”.
2. Se obtienen gracias extraordinarias
Jesús dijo: “Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta Coronilla; las entrañas de Mi misericordia se enternecen por quienes rezan esta Coronilla” (Ídem #848).
Dijo: “Hasta el pecador más empedernido, si reza esta Coronilla una sola vez, recibirá la gracia de Mi misericordia infinita...deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en Mi misericordia” (Ídem #687).
Prometió: “Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta Coronilla en la hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes obtendrán el mismo perdón” (Ídem #811).
3. El Papa Francisco lo recomienda
En el Segundo Domingo de Cuaresma de 2016, el Papa Francisco mandó repartir a los fieles en la Plaza de San Pedro “cajitas de Misericordia”, “medicina para el mundo de hoy” que contenían la imagen del Señor de la Divina Misericordia, la explicación de la Coronilla y un Rosario para rezarla.
En su Bula “Misericordie Vultus”, el Papa llama a Santa Faustina “grande apóstol de la misericordia” y pide su intercesión.
4. Es sumamente fácil rezarla
Jesús se la enseñó así a santa Faustina: Se reza “con un Rosario común, del modo siguiente: Primero rezarás una vez el Padre nuestro, el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas correspondientes al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: ‘Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero’. En las cuentas del Ave María, dirás las siguientes palabras: ‘Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: ‘Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten misericordia de nosotros y del mundo entero’...” (ïdem #476).
5. Sólo toma cinco minutos
En un retiro con un grupo de seminaristas, Sosa Elízaga invitó a rezar en grupo la Coronilla a las 3:00 p.m. diciendo: “sólo toma cinco minutos”. Al terminar, uno comentó: “chequé con mi reloj, y efectivamente son cinco minutos”.
Para el rezo de la Coronilla puede ingresar al siguiente enlace
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de febrero de 2016
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