VATICANO, 13 Oct. 21 (ACI Prensa).- Durante la Audiencia General de este miércoles 13 de octubre, el Papa Francisco recordó las apariciones de la Virgen de Fátima y animó a rezar para que sea Ella nuestra guía en el camino de conversión y penitencia hacia Cristo.
“Que la Santísima Virgen María, cuyas apariciones en Fátima conmemoramos hoy, sea nuestra guía en el camino de la conversión y la penitencia continuas, para que podamos encontrar a Cristo, sol de justicia. Que su luz nos libere de todo mal y disipe la oscuridad de este mundo”, afirmó el Santo Padre a los fieles de lengua alemana.
En esta línea, el Papa destacó que el 13 de octubre se recuerda la última aparición de la Virgen de Fátima en Portugal por lo que encomendó a todos “a la celestial Madre de Dios” para que “acompañe con ternura maternal en su camino y consuele en las pruebas de la vida”.
Asimismo, el Santo Padre hizo referencia nuevamente a que este mes de octubre es el mes del Rosario por lo que rezó para que “por intercesión de la Virgen, Reina del Rosario, crezcamos en la libertad cristiana que recibimos en el Bautismo” e invocó la alegría y la paz del Señor para los presentes y sus familias.
Luego, el Papa animó a rezar diariamente el Rosario y dijo “les deseo que sus corazones se fortalezcan cada vez más en el sentir y vivir con la Iglesia”.
“Les deseo que refuercen cada vez más en sus corazones el sentimiento y la convivencia con la Iglesia, perseverando en el rezo diario del Rosario. Así podrán encontrar a la Virgen Madre cada día, aprendiendo de Ella a cooperar plenamente con los planes de salvación que Dios tiene para cada uno de ustedes”, señaló.
En este sentido, el Santo Padre animó a “mantener un espíritu de peregrinos, siempre en camino, siguiendo juntos las huellas de Cristo con libertad y alegría, hacia esa patria a la que Dios nos convoca”.
Finalmente, el Papa recordó cuatro festividades en octubre: el aniversario de la elección de San Juan Pablo II -16 de octubre- y las memorias litúrgicas de San Juan XXIII -11 de octubre, de Santa Teresa de Ávila -15 de octubre- y de Santa Eduviges de Silesia -16 de octubre- y añadió que “sus vidas fueron ejemplos claros de libertad cristiana”.
“La experiencia de estos santos les recuerde que no hay libertad sin responsabilidad y sin amor a la verdad. Y la mayor realización de la libertad es la caridad, que se realiza en el servicio”, concluyó el Papa.
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