Card.Ricardo Carlés
Tarragona (España) (AICA): A los 87 años falleció este martes, 16 de diciembre, el arzobispo emérito de Barcelona, cardenal Ricardo María Carles Gordó. El purpurado se encontraba en el Hospital de la Mare de Déu de la Cinta de Tortosa, en Tarragona, donde había ingresado el 25 de noviembre último cuando se le detectó un tumor en el cerebro, que finalmente le produjo la muerte. El papa Francisco envió un telegrama de pésame, al cardenal arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, donde expresa el Santo Padre que reza por el eterno descanso de “quien ejerció con diligente solicitud apostólica el ministerio episcopal, primero como obispo de Tortosa y después al frente de esa querida arquidiócesis de Barcelona, entregándose constantemente al quehacer evangelizador con sabiduría y generosidad e impulsando infatigablemente numerosas iniciativas pastorales, con gran cercanía a los sacerdotes, a la vida consagrada y a los seminaristas, a quienes dedicó una especial atención”.
El papa Francisco envió un telegrama de pésame, al cardenal arzobispo de Barcelona Lluís Martínez Sistach, donde expresa el Santo Padre que reza por el eterno descanso de “quien ejerció con diligente solicitud apostólica el ministerio episcopal, primero como obispo de Tortosa y después al frente de esa querida arquidiócesis de Barcelona, entregándose constantemente al quehacer evangelizador con sabiduría y generosidad e impulsando infatigablemente numerosas iniciativas pastorales, con gran cercanía a los sacerdotes, a la vida consagrada y a los seminaristas, a quienes dedicó una especial atención”.
Francisco recuerda los “grandes servicios prestados a la Iglesia” por el cardenal difunto y manifiesta su más sentido pésame a sus familiares a todos cuantos lo conocieron personalmente y a los fieles de la arquidiócesis.
"La muerte de quien fue pastor de esta iglesia arquidiocesana, a quien hemos conocido y apreciado, nos llena de tristeza", afirmó por su parte el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, en una nota. "Sin embargo, la fe cristiana nos habla del inicio de la vida plena con Dios Nuestro Señor después de nuestra muerte. Es una expresión de nuestro afecto al querido cardenal Carles Gordó rezar por él y acompañar al difunto con la celebración de las exequias".
La misa exequial se celebrará en la catedral de Barcelona el jueves 19 de diciembre, a las 11, con la presencia del cardenal Martínez Sistach, los obispos y el cabildo de la catedral.
"El cardenal Ricardo Carles, que fue muy devoto de la Virgen de los Desamparados, cumpliendo su última voluntad, será enterrado en la basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia", detalla la nota del arzobispado barcelonés.
A su vez el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, al saber del fallecimiento del cardenal, destacó “su sencillez, su adhesión inquebrantable a Cristo y su pasión por la Iglesia”. El prelado recordó que “su sencillez lo hacía cercano a todos, era un hombre que nunca se dio importancia y se acercaba a todas las personas”, señala el actual arzobispo de Valencia.
Cardenal Ricardo María Carles Gordó
Nació en Valencia el 24 de septiembre de 1926. Realizó estudios primarios en la escuela de las Teresianas y secundarios en la de San José de los Padres Jesuitas, las dos en su ciudad natal. Ingresó en el Seminario Mayor de Valencia y a la vez en el Colegio del Corpus Christi, también nombrado "del Patriarca". El 29 de junio de 1951 es ordenado sacerdote y dos años después se licencia en Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Salamanca.
En 1953 es nombrado párroco y arcipreste de Tabernes de Valldigna y en 1967 es trasladado a la parroquia de San Fernando de la ciudad de Valencia. Actúa como consejero de la JOC y responsable de la formación de los diáconos, posteriormente es nombrado delegado episcopal para el clero y consejero diocesano de pastoral familiar.
El 3 de agosto de 1969 es consagrado obispo de Tortosa. El 23 de marzo de 1990 es nombrado arzobispo de Barcelona, donde crea un Instituto de Teología Espiritual. El 26 de noviembre de 1994 es creado cardenal con el título de Santa María Consolatrice al Tiburtino. Al año siguiente, el papa Juan Pablo II lo nombra miembro del consejo de cardenales para el estudio de los problemas económicos y organizativos de la Santa Sede.
En 2001 y de acuerdo con lo previsto en el Derecho Canónico, presentó la dimisión de su cargo arzobispal, que no le fue aceptada hasta el 15 de junio del 2004. Cuando cumplió ochenta años.
En la Conferencia Episcopal Española fue vicepresidente de la CEE de 1999 a 2005 y miembro del Comité Ejecutivo de 1990 a 2005. Además, formó parte de la Comisión Episcopal del Clero, de 1972 a 1975, de la Comisión Episcopal de Misiones, de 1972 a 1978 y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia (1978-1984) y de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades (1984-1990).
Tras su fallecimiento el Colegio cardenalicio cuenta con 199 miembros de los cuales 109 electores y 90 con más de 80 años.+
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