En Concepción y a iniciativa de monseñor Fernando Chomali, se celebra por tercer año consecutivo la Misa de los Lápices. Esta invitación a los jóvenes es una invitación a la confianza en Dios, a recibir el don de la bendición, con alegría, entendiendo que quien está unido a Jesucristo tiene también los dones de su espíritu, sobre todo aquellos dones que permiten abrirse al mundo del conocimiento, de la ciencia y de la tecnología”, afirmó el vicario de la Pastoral Juvenil, Pbro. Pablo Leiva.
Al inicio de la homilía, el padre Juan Carlos Marín entregó el afectuoso saludo de monseñor Fernando Chomali, quien se encuentra fuera del país. Luego reflexionó el momento litúrgico que vive la Iglesia (inicio de un nuevo año y Adviento).
En su mensaje a los jóvenes, les manifestó que “buscar la felicidad plena es buscar la felicidad de los otros, servir al hombre. Si llevamos a Jesús a los hombres, habremos hecho mucho. El mundo no sólo necesita profesionales, la sociedad está llena de profesionales y muy pocos son capaces de crear una nueva humanidad. Ustedes quieren ser profesionales, pero no cualquier profesional, sino profesionales capaces de crear una sociedad nueva, una humanidad nueva. Esos son los profesionales que queremos, con vocación, que miren al hombre”.
Les dijo que Dios los quiere profesionales no del montón, sino profesionales protagonistas del Evangelio de Jesucristo en esta humanidad; no profesionales espectadores. “Un médico más, no; un abogado más, no; una enfermera más, no. Sino profesionales protagonistas que quieren crear una humanidad nueva al servicio al hombre. Si no miramos a Jesús habremos hecho muy poco. No se puede vivir sin mirar al hombre, sin responder a los desafíos (…) No tiene sentido llenar la catedral de jóvenes si no tienen desafíos, si no quieren construir una humanidad nueva. Espectadores hay muchos, son aquellos que están a la orilla, en la acera, mirando cómo pasa el mundo. Queremos profesionales protagonistas”, enfatizó.
Durante la celebración y al momento de las ofrendas, los jóvenes expresaron su compromiso, portando un lápiz gigante y un símil de respuesta en la PSU. Y durante la bendición, los jóvenes levantaron sus lápices con entusiasmo confiados en buenos resultados. A diferencia de años anteriores, esta vez se apreció una mayor presencia de jóvenes acompañados por sus padres, para quienes el padre Juan Carlos Marín también entregó una bendición especial.
Fuente: Comunicaciones Concepción
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