Mons. Martín asumió la diócesis de Santa Rosa
La celebración, a la que asisteiron representaciones provenientes de las diversas comunidades de la provincia, comenzó puntualmente con el ingreso de los obispos y sacerdotes concelebrantes, precedidos por monaguillos y seminaristas. Desde el fondo del templo se propagó un aplauso espontáneo al ver al flamante obispo cerrar la columna de celebrantes.
Los 15 obispos presentes y los más de 30 sacerdotes concelebrantes -varios de ellos compañeros de monseñor Martín en la Vicaría Devoto- se ubicaron en el presbiterio. La sede, en un primer momento, fue ocupada por monseñor Guillermo José Garlatti, arzobispo de Bahía Blanca y metropolitano de la provincia eclesiástica, quien cedió luego la cátedra a monseñor Martín y le entregó el báculo episcopal.
Luego de la toma de posesión de la sede, el padre Alfredo Zentner SDB, integrante del Colegio de Consultores, dio lectura a la bula pontificia mediante la cual el Santo Padre designó a monseñor Martín obispo de Santa Rosa. Por su parte, el hasta entonces administrador diocesano, presbítero Gerardo Cabezas, dio la bienvenida al nuevo obispo desde el ambón.
Acto seguido, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina –y anterior obispo de Santa Rosa-, monseñor Mario Poli, improvisó una rápida semblanza de la feligresía pampeana. “Hermano Raúl –expresó-, esta diócesis quiere ser eucarística, mariana, servidora y misionera. En esta porción del pueblo de Dios serás feliz y contarás con el apoyo de los sacerdotes y las religiosas, pero sobre todo, de los laicos". El prelado también mencionó a santa Rosa de Lima como modelo de fidelidad al evangelio y como servidora de los pobres.
Las palabras del obispo
En su homilía, monseñor Martín convocó a los fieles a fortalecer el carácter misionero, construyendo la comunión y haciéndose cargo de todos los hermanos. Así se expresó al recordar las palabras del papa Francisco a los jóvenes reunidos en Plaza de Mayo antes del inicio de su ministerio petrino: «Caminemos todos juntos. Cuidémonos los unos a los otros. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la envidia y no le saquen el cuero a nadie. Dialoguen, vayan creciendo en el corazón y acérquense a Dios».
Para esta misión, monseñor Martín trajo a colación la figura de María, “la discípula más perfecta del Señor”, y dijo: “Así, como madre de tantos, fortalece los vínculos fraternos entre todos, alienta a la reconciliación y al perdón, y ayuda a los discípulos de Jesucristo a que se experimenten como familia de Dios”. Finalmente, puso su ministerio en manos de la Virgen y encomendó el pueblo a la Señora de la Esperanza.
El obispo también recordó que la fecundidad de la misión “depende de la unidad”, e indicó que “el ser testigos del amor del Padre, que une y reúne, será el mejor mensaje que atraiga a los hombres” para descubrir en la Iglesia una familia. Elevando una súplica a la patrona diocesana, santa Rosa de Lima, expresó: “Enséñanos a hacernos cargo de todos y cada uno; que nunca nos seamos indiferentes”.
Antes del ofertorio, tres religiosas de congregaciones diferentes, un sacerdote y una familia se acercaron al presbiterio, en representación de la comunidad diocesana, para dar la bienvenida al obispo.
Luego de la Eucaristía, monseñor Martín invitó a sus dos predecesores, monseñor Rinaldo Fidel Bredice y monseñor Mario Poli, a acercarse a los pies de la imagen de santa Rosa de Lima para rezar. Tras la plegaria, el coro diocesano entonó "Santa María de La Pampa", una canción compuesta años atrás por las monjas del Carmelo pampeano.
Luego de la celebración, los presentes se trasladaron al colegio María Auxiliadora para compartir un almuerzo animado por la pastoral juvenil.
Autoridades eclesiásticas y civiles presentes
Participaron de la celebración eucarística el arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Guillermo José Garlatti; el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli; el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig; el obispo de Alto Valle del Río Negro, monseñor Marcelo Cuenca Revuelta; el obispo de San Rafael, monseñor Eduardo María Taussig; el obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague; el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Eduardo Eliseo Martín; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Martín de Elizalde OSB, y el obispo de Azul, monseñor Hugo Salaberry SJ.
Asistieron también los obispos auxiliares de Bahía Blanca, monseñor Pedro Laxague; de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, y de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, además de los obispos eméritos de Santa Rosa, monseñor Rinaldo Fidel Bredice, y de Alto Valle del Río Negro, monseñor José Pedro Pozzi.
Entre los sacerdotes, se encontraba fray Darío Rubén Quintana OAR, asesor nacional de la Pastoral de Juventud; y los presbíteros Juan Francisco Estrada, José Ignacio Ferro, Gustavo Mascó, Gerardo Castellano y Marcelo Pettinaroli, quien fue designado recientemente como vicario episcopal interino para la Vicaría Devoto, en reemplazo de monseñor Martín.
Entre las autoridades civiles, asistieron el gobernador de La Pampa, Oscar Mario Jorge; la vicegobernadora, Norma Durango; el intendente de Santa Rosa, Luis Larrañaga, y otros referentes de fuerzas vivas de la sociedad pampeana. Asistió también Luis Saguier Fonrouge, director general de culto católico de la Nación.+
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