En el texto, el Pontífice se muestra “profundamente entristecido” y “expresa su sincera solidaridad con todos los afectados por esta tragedia”.
“Reza especialmente por el descanso de los difuntos, la curación de los heridos y el consuelo de todos los que sufren” y al mismo tiempo “ofrece aliento a las autoridades civiles y a todos los involucrados en la búsqueda y rescate”.
Al menos 85 personas han muerto y dos millones de personas se han sido obligadas a abandonar sus hogares por la intensa lluvia que azota el suroeste de Japón en los últimos días y que a su vez ha provocado deslizamientos de tierra.
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