Ser capaces de una “elección misionera valiente, capaz de transformarlo todo” para “convertirse en canales adecuados para la evangelización del mundo de hoy”: fue éste el deseo expresado por el Papa Francisco a las participantes en el Capítulo General de la Unión Romana de la Orden de Santa Úrsula, recibidas en audiencia este mediodía en el Vaticano. A las 90 religiosas presentes en la Sala Clementina, Francisco les dirigió un discurso marcado por la importancia del ser misioneras de un mundo globalizado, partiendo del tema de su Capítulo General: “Comunidad global, vamos hacia una nueva vida”.
Nadie puede decir: “Esto no me concierne”
En Papa inicia su discurso con la constatación de vivir en una época “cada vez más interconectada y habitada por pueblos que han pasado a formar parte de una comunidad global”. Los desafíos que se deben enfrentar están cada vez más cerca y ya nadie puede decir "esto no me concierne", asegura Francisco:
La protección de los derechos humanos, la conquista de la libertad de pensamiento y de religión, la evangelización de los lejanos y de los vecinos -comenzando por uno mismo-, la justicia social, la protección del medio ambiente y la búsqueda común del desarrollo sostenible, el advenimiento de una economía humanista, de una política verdaderamente al servicio del hombre no son "problemas de los demás", sino que son nuestros problemas, son mis problemas; ya no conciernen sólo a un pueblo o a una nación, sino al mundo entero.
Amazonía y migración
En este contexto, el Papa pone como ejemplo la “quema de la Amazonía” asegurando que “no es sólo un problema en esa región”, sino que “es un problema global”. Y lo mismo afirma del “fenómeno de la migración”: “no afecta sólo a algunos Estados, sino a la comunidad internacional, y así sucesivamente”.
Nueva vida en el respeto de la diversidad
El Pontífice retoma la invitación esperanzadora expresada en la segunda parte del tema del Capítulo General de la Unión Romana de la Orden de Santa Úrsula “Hacer nueva vida” para explicar que “ir hacia una nueva vida” es posible abriendo las puertas a Cristo e imitándolo en la caridad, volviéndose cercano a todo hombre y mujer de cada lengua, pueblo y nación, con gran respeto por la diversidad del otro, tanto cultural como religiosa”. De ahí su llamado a las religiosas:
Así también ustedes, queridas hermanas, con el respeto a vuestra identidad personal y a la originalidad carismática que las caracteriza, están llamadas a "hacer nueva vida", a llevar un soplo de vida nueva hasta los confines de la tierra, sabiendo estar con responsabilidad en medio de los diferentes pueblos, naciones y culturas, para que el mensaje de fe, esperanza y caridad que traéis pueda atraer a las personas a Cristo.
En el contexto “internacional e intercultural” actual, el Santo Padre invita a las religiosas “a buscar, en un clima de oración, los instrumentos adecuados para que al perseguir sus objetivos individuales y comunitarios no pierdan de vista el vasto horizonte de la humanidad por el que Jesús dio su vida”.
Canales adecuados para evangelizar en el mundo de hoy
Con este propósito Francisco expresa también su deseo:
Espero para toda la Unión Romana de la Orden de Santa Úrsula una opción misionera valiente, capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, las lenguas y las estructuras de gobierno y de apostolado se conviertan en canales adecuados para la evangelización del mundo de hoy.
Para ello, explica a continuación el Papa, “es necesaria una conversión pastoral de las estructuras, para que estén cada vez más orientadas a la misión, ‘en salida’, porque si no es ‘en salida’ no es Iglesia, para favorecer la respuesta de todos aquellos a los que Jesús ofrece su amistad”.
Testimonios coherentes
Necesarios también hoy son los “testimonios coherentes”: “la Iglesia – afirma – tiene necesidad de hombres y mujeres que comenzando por la propio conversión personal sean capaces de ofrecer al prójimo escucha y comprensión, junto a la alegría del Evangelio. “Ustedes, queridas hermanas, están llamadas a dar este testimonio como hijas fieles de Santa Ángela Merici, encontrando una inspiración renovada en su carisma, para responder a la sed de este mundo, que en última instancia está sediento de Cristo y de su Misericordia”.
Seguir adelante con la tarea educativa
Recordando también la misión educativa llevada adelante por las religiosas de la Orden de Santa Úrsula, el Obispo de Roma las anima “a continuar con entusiasmo su tarea educativa, especialmente en un momento en que los jóvenes están sobrecargados con una enorme cantidad de información y desorientados por la velocidad con la que se transmite”. Y en este contexto señala la necesidad de “una propuesta educativa que nos enseñe a pensar críticamente, a discernir los pros y los contras de los medios que utilizamos, y que pueda mostrar a los jóvenes un camino de maduración en valores”.
El cuidado de la vida espiritual
Importante es también el “testimonio personal” y por ello Francisco invita a “cuidar atentamente la vida espiritual”. “Es el amor a las personas la fuerza que favorece el encuentro con Dios y la vida espiritual misma” – afirma el Papa.
Cuando vivimos el espíritu del encuentro, cuando nos acercamos a los demás con la intención de buscar su bien, ampliamos nuestra interioridad para recibir los más bellos dones del Señor. Cada vez que nos encontramos con un hermano y una hermana enamorados, la fe se ilumina más para reconocer a Dios. Por eso, si quieren crecer en la vida espiritual, no pueden dejar de ser misioneras.
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