Durante la misa celebrada en El Canelo, en la que participaron las comunidades de las capillas aledanñas, Monseñor Ezzati dijo que este tiempo de Adviento nos prepara para la venida de Jesucristo, “y siempre que Dios viene nos abre a perspectivas nuevas, abre el corazón de cada uno de nosotros a una esperanza más grande, bella y cierta”, incluso en las situaciones conflictivas de la vida. Agregó que este tiempo es también para alimentar la vida con la fe, “vivida en comunidad, orientada por la Palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia”. Por último, el pastor invitó a los fieles de estas capillas a mirar hacia adelante, hacia la venida definitiva de Jesucristo y a adelantar ese Reino “transformando nuestra historia en un signo que se parezca lo más posible a lo que será ese Reino definitivo”.
Terminada la eucaristía, las comunidades presentes compartieron un momento con su pastor, quien luego se traladó a la parroquia de San José de Maipo, para celebrar la misa con la comunidad de esta sede y las de las otras ocho capillas.
Descubrir y anunciar el amor de Dios
En esta oportunidad, el Arzobispo de Santiago reiteró su alegría por esta visita suya al Cajón del Maipo y destacó la reciente carta encíclica del Papa Francisco, “El gozo del Evangelio”, el gozo de la evangelización, “de la buena noticia de ser hijos de Dios”. Luego, señaló que el Adviento es un “llamado al silencio, a la contemplación de ese misterio que se hace presente en nuestra vida todos los días, desde que el Verbo eterno de Dios se ha hecho hombre y ha nacido en Belén. Es el asombro de descubrir que nuestra vida es una vida salvada, amada, redimida por el mismo Cristo Jesús”.
Monseñor Ricardo Ezzati llamó a los feligreses “a salir de sus comodidades” y entrar en el espíritu de este tiempo de misión territorial en la arquidiócesis, en el contexto de la Misión Continental. Jesús nos invita a ir como los apóstoles, dijo, “ir a anunciar lo que nosotros mismos hemos vivido y encontrado por la gracia del Señor”. El arzobispo afirmó que “hay tanta gente que necesita escuchar la Buena Nueva de la liberación del Señor, tanta gente que busca, que espera, pero que no tiene cómo llenar esa espera, y se sienten siempre vacíos. Solamente Jesucristo puede llenar esta espera”.
Nuevamente monseñor Ezzati se dio tiempo después de la misa de compartir con los presentes y tomarse fotos con las familias. Posteriormente, almorzó en la parroquia junto al párroco y a los coordinadores y asesorres de las diversas capillas y pastorales.
Ana Órdenes, coordinadora parroquial expresó su alegría por la vista del pastor, “que la eperábamos hace tiempo”, y manifestó su eperanza que como fruto de este encuentro haya más gente que se acerque a la parroquia y que aumente el número de agentes pastorales.
Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl
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