“Son dos realidades estrechamente ligadas”, explicó el Santo Padre. “La corrupción es el aspecto negativo a combatir, a partir de la conciencia personal y supervisando los diferentes ámbitos de la vida civil, especialmente aquellos que atañen un riesgo mayor”.
“Los derechos humanos son el aspecto positivo –continuó el Pontífice–, deben promoverse con decisión siempre renovada, porque nadie está excluido del reconocimiento de los derechos fundamentales de la persona humana”.
La ONU instituyó la Jornada Mundial contra la Corrupción para concienciar contra las prácticas corruptas que causan grandes perjuicios a la sociedad. Las Naciones Unidas recuerdan que cada año se paga un billón de dólares en sobornos y se roban 2,6 billones de dólares anuales mediante la corrupción. En los países en vías de desarrollo se pierde, como resultado de prácticas corruptas, diez veces más dinero que el dedicado a la ayuda al desarrollo.
La Jornada Mundial por los Derechos Humanos conmemora el día en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en el año 1948. Según la ONU, se trata hacer un llamado a todos para defender de los derechos del otro. Es responsabilidad de todos defender los derechos humanos.
También te puede interesar:
Papa Francisco: La vida puede ser hermosa si no perdemos la esperanza https://t.co/CM5CHB2A03
— ACI Prensa (@aciprensa) 7 de diciembre de 2016
Publicar un comentario