Casa del Refugiado
Un albergue que representa un esfuerzo más para la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio y para la colonia del Cerro del Cuatro. Fue inaugurado por la coordinadora de “Las Patronas”, Norma Romero.
Dulce Natalia Romero Cruz
El sábado 1º de julio, en el marco de las Fiestas Patronales de la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio en el Cerro del Cuatro, se cortó el listón que abrió oficialmente las puertas de la Casa del Refugiado, que atenderá a las personas que vienen huyendo de sus países por violencia, persecución, guerra o discriminación. En el evento estuvieron presentes Mons. Rafael Uribe Pérez, quien impulsó la comunidad desde que inició; el señor Canónigo Valentín Ruiz Durán, Rector de Catedral y Coordinador de la Pastoral de Migrantes; el Pbro. Francisco de Asís de la Rosa Patrón, Coordinador de Cáritas Diocesana; el Pbro. José Juan Cervantes González, Misionero de San Carlos y co-responsable de la Casa Scalabrini–Centro de Pastoral Migratoria en Guadalajara; Norma Romero Vázquez, Coordinadora del grupo veracruzano de ayuda humanitaria “Las Patronas”; y los Pbros. Alberto Ruiz Pérez y Esvin Ronaldo Marroquín Sánchez, C.S., Párroco y Vicario de Nuestra Señora del Refugio.
Una obra de Dios
El albergue tiene capacidad de recibir a 60 personas, que además de tener protección y espacios de distracción y deporte; horarios y permisividad para salir a la ciudad y acceder a trabajaos; también talleres de capacitación y oportunidades de estudio, se les proporcionará asesoría jurídica y legal para conseguir documentos de refugio y visas humanitarias.
El señor Cura Alberto Ruiz, ante la comunidad presente, agradeció a la gente del Cerro del Cuatro que ha acogido y ha hecho suyas estas iniciativas, y también a todos los bienhechores que han aportado tanto para que se sostengan los servicios que se ofrecen a través del Comedor, y las Casas del Migrante y del Refugiado.
La Casa del Migrante en lo que va del año 2017 ha acogido a 1,100 personas de 14 nacionalidades. El Comedor ha ofrecido más de 13 mil platillos. Y la Casa del Refugiado ha iniciado el proceso de legalización para centroamericanos.
El cordón inaugural lo cortó Norma Romero y bendijo la Casa Mons. Rafael Uribe, quien inició la obra pastoral y social de Nuestra Señora del Refugio hace más de 40 años, muy querido y respetado por la comunidad.
En entrevista
Norma Romero Vázquez, Coordinadora del grupo “Las Patronas”, inició esta labor, de darles comida a los migrantes que iban arriba del Tren La Bestia, en 1995 con otras 14 mujeres: “Fue algo providencial. No sabíamos que Dios tenía este propósito para nosotras, porque comenzamos sin nada y no ha sido fácil, nos han juzgado hasta de locas, pero Dios nunca nos ha abandonado”.
Platicó que al poco tiempo de comenzar el servicio había muchos comentarios negativos de la gente del pueblo, asegurando que ayudaban delincuentes por lo que se vio la necesidad de tener que hacer consciencia primero entre sus familiares. En un momento llegaron a ser 25 mujeres, después quedaron 15, ahora son 13 porque dos de ellas están estudiando.
Las Patronas son mujeres, madres y esposas que tienen muchas actividades y quehaceres familiares, aun así no han desistido en casi 23 años.
Darse a conocer
Después de 8 años de servir con sus propios recursos, unos chavos del TEC de Monterrey (Campus Monterrey) se fueron a Centroamérica a hacer su tesis y se regresaron grabando todo el recorrido que hacen los migrantes, cuando pasaron por “La Patrona” descubrieron al grupo de mujeres dando comida, algo que los impresionó y decidieron bajarse para investigar. Ese trabajo llegó a ser un documental que subieron a Youtube. Tiempo después llegó Televisa y fue cuando difundió la obra.
Norma aseguró que no es profeta en su tierra, que no recibe apoyo ni de su comunidad ni de la Iglesia Diocesana, que la mayoría de los voluntarios son personas de otros Estados de la República e incluso extranjeros (Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, Irlanda y América del Sur).
“Encontrarse Sacerdotes como el Padre Alberto es una bendición. Al ver que tanto la Comunidad del Cerro del Cuatro, Sacerdotes, Congregaciones y organizaciones se unen y apoyan el proyecto es algo hermoso, porque en mi comunidad no sucede así. El que sea un Sacerdote que vive el dolor de los pobres y de los migrantes, no se ve muy seguido, es una situación especial.
“Agradezco a Dios por estar aquí pero también por haberme hecho encontrar con esta realidad humana, porque una vez que el Señor nos llama a trabajar con Él, ya no suelta. En los 23 años que tenemos de dar servicio a los migrantes nunca hemos tenido una mala experiencia, al contrario, siempre han estado muy agradecidos de recibir un trato humano”.
Las Patronas reparten 150 comidas diarias, entre las que entregan a los que van a bordo de la bestia y los que llegan al comedor.

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