La confesión de un pedófilo: “Gracias a la terapia fui capaz de vivir una vida adulta normal”

La atracción sexual hacia menores puede originarse en abusos sexuales durante la infancia.

La web de la British Broadcasting Corporation ha hecho pública la carta de un hombre sexagenario y pedófilo que explica cómo haber podido realizar una terapia le ha permitido llevar una vida sin caer en el delito sexual con menores. De esta experiencia, Jack destaca el encuentro que mantuvo con el médico de la universidad a quien acudió con sus dudas y cuya respuesta ("por supuesto que es curable") le supuso un "alivio absolutamente enorme". Desde hace años, Jack colabora con una asociación que ofrece terapia a los pedófilos que lo solicitan para evitar que acaben cometiendo delitos sexuales con menores e, incluso, como en su caso, logren reconducir sus sentimientos hacia la heterosexualidad adulta. Por su interés, reproducimos la carta en la que este hombre explica cómo "la mayoría de los pedófilos tiene dos resortes preocupantes en su interior: el impulso sexual y el impulso de ser normal. La mayoría de los pedófilos están desesperados porque esos deseos se alejen".

Los pedófilos necesitan ayuda, no condena, debería saberlo

Ya ha pasado tiempo desde que me describo como un pedófilo. La pedofilia es un desorden, una orientación sexual profundamente angustiosa. En mi caso, fue provocado por experiencias traumáticas durante la infancia. Ahora estoy en mis sesenta, pero cuando era un joven chico mi madre solía sentarme en su regazo mientras me secaba después del baño y me acariciaba los genitales. Nunca sentí su comportamiento como sexual, pero echando la vista atrás, por supuesto que lo era. No puedo recordar con exactitud durante cuánto tiempo sucedió, pero fue mucho tiempo. Para cuando aquello terminó, yo me autodañaba.
"Me mantuve anclado en chicos preadolescentes, que era la edad en la que fui interpelado sexualmente"
Creo que mi atracción hacia los niños jóvenes proviene de aquello que mi madre me hizo. La primera vez que entendí mi anormalidad fue hacia los 15 años. Aquello sucedió cuando me di cuenta de que no estaba cambiando mentalmente en el mismo sentido en el que lo hacían otros chicos. Ellos empezaron a tener interés en las mujeres o, en uno o dos casos, en los hombres. Yo nunca lo hice. Me mantuve anclado en chicos preadolescentes, que era la edad en la que fui interpelado sexualmente. Fue horrible. Estaba sentado en la habitación de enfrente. Todos mis compañeros estaban cocinando la cena y no creo que ellos se dieran cuenta de que había bajado. Estaban charlando y oí a mi amigo decir algo así como: “Creo que Jack está interesado en chicos pequeños”. Me puse el abrigo y salí discretamente de la casa. Caminar atravesando aquella puerta principal fue como abandonar un mundo y entrar en otro. Fui al médico de la universidad al día siguiente. Dije: “Soy un pedófilo. ¿Tiene cura?” La visión convencional de la pedofilia es que es una condición incurable. Pero este médico se rio. ¡Él se rió!. Y añadió: “Por supuesto que es curable”.
"Después del tratamiento era una persona diferente. Incluso desarrollé un interés sexual en las mujeres, lo que sentía extraordinariamente liberador"
Fue un alivio absolutamente enorme. El médico no desafió mi identificación con la pedofilia, simplemente la aceptó y dijo: “No hay problema, lo solucionaremos”. Recibí una carta que me enviaba a la Clinica Portman que –entre otros servicios- ofrece tratamiento especializado para gente con comportamientos sexuales problemáticos. Fui a Londres para mi evaluación unas semanas más tarde. Fue un día en mitad del verano de 1972 y recuerdo caminar por Hampstead Heath, observando los árboles, escuchando los pájaros y pensando: “Me dirijo a una nueva vida”. Los tratamientos de la Clínica Portman son a largo plazo. Fui examinado por ellos durante algunos años. Hablas con libertad y, pasado el tiempo, construyen una imagen de tus resortes subconscientes. Después del tratamiento era una persona diferente. Incluso desarrollé un interés sexual en las mujeres, lo que sentía extraordinariamente liberador. Pero había mucho sobre mí que era tímido, inexperto y naif. En algún sentido tuve que experimentar mi adolescencia años después que mis compañeros. Había tenido una experiencia sexual mínima, todas mis amistades estaban deformadas por mi auto-odio y tenía una enorme falta de autoestima. Ahora tengo una buena relación y he estado durante un buen tiempo con una mujer a la que amé. Ella siempre supo de mi anterior orientación, que siempre fue algo que llevaba conmigo. Nadie más lo sabía, incluso en mi familia.
"Una vez descubrí a una mujer que era exactamente como yo. Tenía atracción hacia los niños de la edad en la que ella había sido abusada"
Desde entonces he hecho cosas de las que me siento orgulloso en mi vida. No son grandes logros. Si tengo algo de qué arrepentirme es de que sólo ahora estoy haciendo este trabajo en ayuda de los pedófilos. Trabajo en una organización sin ánimo de lucro llamada StopSO, una organización de tratamiento especializado para la prevención de la delincuencia sexual. En una organización británica que ofrece terapia a todo aquél que siente el peligro de cometer un delito de naturaleza sexual. La pedofilia no se comprende. La gente piensa que la pedofilia es sinónimo de abuso sexual a menores. Pero yo nunca habría abusado de un niño. La mayor parte de los pedófilos tienen dos resortes preocupantes en su interior: el impulso sexual y el impulso de ser normal. La mayoría de los pedófilos están desesperados porque esos deseos se alejen. Hay comunidades online donde pedófilos no activos pueden ayudarse unos a otros. Una vez descubrí a una mujer que era exactamente como yo. Tenía atracción hacia los niños de la edad en la que ella había sido abusada. También recibió terapia para tratar su pedofilia.
"Gracias a la ayuda que tuve, fui capaz de vivir una vida adulta normal"
Pero la demonización de la pedofilia hace más difícil buscar ayuda a los que no han cometido delitos sexuales con personas jóvenes y están preocupados por el desarrollo de su orientación sexual. Creo que cada ciudad en el país debería tener una clínica como Portman. Pero estamos lejos de eso. Los presupuestos del Sistema Nacional de Salud se han recortado, no sólo en este área particular, sino en todo el campo de los cuidados sanitarios psiquiátricos y mentales. Deberíamos estar identificando a los jóvenes dañados sexualmente y abusadores potenciales y tratarles lo antes que podamos. Es una vía clave para romper el ciclo del abuso sexual. En cambio, si eres un pedófilo que no ha cometido delitos sexuales, pero necesitas ayuda, es muy raro lograrlo en el Sistema Nacional de Salud. La mayor parte de las veces sólo obtendrás ayuda después de haber delinquido y tras haber herido a alguien. Tuve suerte. Gracias a la ayuda que tuve, fui capaz de vivir una vida adulta normal. He sido capaz de abordar mis problemas de una forma que otros no han sido capaces. Sigue estos enlaces si has sido afectado por abuso sexual o problemas de salud mental. También te puede interesar: https://www.actuall.com/familia/gays-que-dejaron-la-homosexualidad-hoy-puedo-decir-con-la-cabeza-alta-que-soy-un-hombre/

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