La Piedra en el Zapato
«Sólo el servicio al prójimo abre
mis ojos a lo que Dios hace por mí
y a lo mucho que me ama…»
P. Bernhard Häring C. Ss. R.
El servicio es una actitud de vida. No se necesitan capacidades extraordinarias, ni destrezas especiales. Simplemente se requiere la decisión de servir.
Servir es, ante todo, una actitud, porque depende totalmente de tu voluntad y no de las circunstancias que están fuera de ti. Esto quiere decir que tú puedes decidir servir con la mejor actitud aún ante las más adversas situaciones.
El servicio es una actitud que puede decidir cualquier ser humano que tenga cerebro y corazón. El servicio es dar. El servicio siempre es algo de mí hacia el otro. Nadie es tan pobre que no pueda dar ni tan rico que no pueda recibir. Es dar para facilitar el cumplimiento de un proceso en el cual damos y recibimos, recibimos y damos.
Es resolver una necesidad, una demanda o una solicitud. Es satisfacer una expectativa de alguien, de tal modo que tanto quien da como el que recibe, se sientan agradados, satisfechos, en paz. Si no te sientes satisfecho, entonces no serviste, cumpliste con las reglas, hiciste la chamba, pero no serviste.
Cuando tú sirves, el objetivo claro y contundente en tu mente y en tu corazón debe ser el de ver a la otra persona, más feliz, más plena, más en paz que cuando llegó a ti y se cruzó en tu camino.
Servir al otro es el mejor negocio porque cuando sirves al otro te estás sirviendo a ti: Lo que sea que haga a favor de otra persona termina siendo algo que haces a favor de ti mismo.
El ser humano es algo que le sucedió a la vida. Tú eres algo que le sucedió a la vida. Tú eres algo que le pasa a la vida de cada persona que te sale al camino. Procura, a través de tu servicio, que seas algo bueno, lo mejor que pudo haber pasado a esa persona en su vida. Procura que cada oportunidad de servir sea para ti lo mejor que pudo sucederte en la vida…
Si no estás dispuesto a dejar de lado las apariencias y las poses falsas y convenencieras, si no te arriesgas a hacer las cosas de manera distinta al sistema, a la forma ventajosa de servir que muchos tienen, si no te decides a servir con toda la calidez y la humanidad posible, si no disfrutas lo que haces y lo que puedes hacer por cada persona que espera algo de ti, entonces, perdón, pero no sirves para servir…
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Fernando D´Sandi
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