Sergio Estrada
La Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos y Religiosas en México (CIRM) y la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) trabajan en la definición de líneas de trabajo para atender la problemática que generará el aumento de repatriados a México.
“Se buscarán estrategias de trabajo para los repatriados y migrantes que están en Tijuana y los repatriados en los diferentes estados”, informó la ex presidenta de la CIRM, hermana Juana Ángeles Zárate, al término de los trabajos de la 53 asamblea nacional de esta agrupación que tuvo como lema: “Nuestros carismas al servicio de la justicia, la paz e integridad de la creación: No nos resignaremos”.
Superiores de órdenes religiosas de mujeres y hombres analizaron la realidad del país y la respuesta que a ella dan la Iglesia en general y las congregaciones en lo particular “en la configuración de una humanidad nueva, con una perspectiva globalizadora de justicia y consolación, que nos coloque en el camino de humanización y paz de acuerdo a los valores del Evangelio”, abundó la religiosa carmelita.
“Se hizo un análisis muy amplio sobre la realidad nacional identificando situaciones a nivel mundial y en nuestro país muy locales; además se analizó el contexto de las políticas migratorias recientes de Estados Unidos, el contexto de las elecciones en nuestro país (las de este domingo y las de 2018) y el clamor de la situación de la mujer en México”.
Los religiosos se comprometieron, a ejemplo del Papa, a estar presentes con los migrantes, inmigrantes, refugiados, pueblos originarios sin tierra, desempleados, divorciados y con quienes profesan una espiritualidad diferente. “Nos comprometemos a estar más cerca de los jóvenes reconociéndoles el papel que tienen en la reconfiguración de la sociedad y personas activas para la construcción del México anhelado”, aseguró la hermana Juana Ángeles Zárate.

Publicar un comentario