Peripheria: Iglesia en Salida
Pbro. Lic. José Marcos
Castellón Pérez
La V Asamblea Diocesana de Pastoral, celebrada hace un par de semanas, propuso al Arzobispo de nuestra Iglesia de Guadalajara dos cosas: la necesaria renovación de estructuras diocesanas y unos criterios que ayuden a la revisión y consecuente renovación de estas estructuras. Es un pasito más en el largo camino de la evangelización de nuestras tierras.
Las estructuras son indispensables para que una institución esté organizada y le dé permanencia a intuiciones carismáticas, que sin esas estructuras se diluirían en muy breve tiempo. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, ha venido creando estructuras para facilitar la tarea que Jesús le encomendó de llevar el Evangelio a toda criatura hasta el fin del mundo; también se ha apropiado y se ha servido de algunas que existían en el ámbito civil, especialmente del Imperio Romano.
En la Iglesia de Guadalajara existen estructuras de diversa índole: pastoral, administrativa, jurídica y formativa. Todas ellas, sin embargo, están al servicio de la única misión que Cristo confió a la Iglesia, pues esta existe sólo para evangelizar. Unas estructuras pastorales están en orden a la organización de la Iglesia en el territorio y dependen de una circunscripción delimitada por un criterio netamente territorial: la parroquia (que es la estructura básica más importante), el decanato y la vicaría episcopal. Otras estructuras pastorales están en orden a las tareas fundamentales de la acción pastoral, que tiene tres dimensiones (profético-litúrgico-servicio), de ahí que existan comisiones con sus respectivas secciones que van delimitando la acción pastoral sea por una peculiaridad en la tarea o por los interlocutores o destinatarios que viven una particular circunstancia o viven en determinado ambiente. Las estructuras administrativas son la Curia, la Vicaría Diocesana de Pastoral y la Vicaría de Religiosos; también, por su relación coadyuvante al gobierno de la Iglesia pertenecen a lo administrativo el Consejo de Consultores, el Consejo Presbiteral y el Cabildo Metropolitano. Las estructuras jurídicas son la Vicaría Judicial y el Tribunal Eclesiástico. Las estructuras formativas son: el Seminario y los diversos institutos de formación bíblica o teológica, así como escuelas o universidades católicas.
Todas las estructuras eclesiásticas necesitan revisarse y renovarse siguiendo el criterio fundamental que el Papa Francisco nos ha recordado en la Evangelii Gaudium y que lo ha retomado de la encíclica paradigmática de Paulo VI Evangelii Nuntiandi: La Iglesia existe sólo para evangelizar, para hacer presente a Cristo, para instaurar el Reino con sus valores. A la luz de este criterio fundamental, la Asamblea Diocesana de Pastoral ha sugerido al Arzobispo una serie de criterios teniendo en cuenta nuestro VI Plan Diocesano de Pastoral, especialmente las 7 líneas de acción que son los grandes ejes que deben acompañar de forma transversal toda acción pastoral. En nuestra Iglesia de Guadalajara, ninguna estructura eclesial puede sustraerse, pues, a los criterios de revisión, que asumidos por el Arzobispo, se transforman ya en un mandato.
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