Ecos Jornada Comunicaciones 2017
Sergio Estrada.
Los medios de comunicación en general y la Iglesia católica en particular tienen la misión de iluminar senderos, en medio de tantas vías que no conducen a nada, señaló monseñor Víctor René Rodríguez Gómez, secretario de la comisión episcopal para la pastoral de la comunicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
“(El mensaje de la jornada mundial de las comunicaciones 2017 del Papa) “ha venido a reforzar la insistencia de un mundo necesitado de esperanza. La misión de la Iglesia es abrir y señalar caminos de esperanza para una sociedad que tiene tantos signos contrarios”.
En esta tarea también es importante la participación de la feligresía – audiencia de los medios- como transmisores cercanos de esperanza y confianza.
“Hoy en día en el mundo digital hay una oportunidad para trasmitir los asuntos que interesan a la sociedad y, hay que ser conscientes de que la mayor parte de la sociedad actual, utiliza los medios de comunicación –incluídas las redes sociales- para hacer una comunicación constructiva”, subrayó monseñor Rodríguez Gómez.
Con esta perspectiva, recordó la invitación del Concilio Vaticano II: “Como Iglesia y los medios católicos actuales, podamos influir positivamente para que las comunicaciones estén al servicio de la dignidad de las personas, al servicio de la confianza con que el ser humano pueda desenvolverse en el mundo actual, al servicio de la esperanza y la verdad, orientando en situaciones muy importantes”.
Formadores de una sociedad consciente
Los medios de comunicación de la Iglesia Católica “están haciendo su labor tanto en redes sociales como impresos, radio y tv por internet en lugares donde las comunicaciones son más escasas”, ponderó el secretario de la comisión episcopal para la pastoral de la comunicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano con el compromiso y reto de “ofrecer claridad en temas que el mundo necesita”.
A manera de reflexión del mensaje del Papa a los medios de comunicación, el obispo subrayó que en una sociedad dividida, en desaliento y sin esperanza difícilmente se puede vivir en paz y emprender acciones para el bien de todos. “La iniciativa de que la Iglesia trasmita la esperanza que el Pueblo de Dios necesita, contribuye al ánimo, a que la gente construya espacios para el bien común impulsando el trabajo comunitario”.
Finalmente, invitó a que el desarrollo tecnológico que facilita la comunicación a distancia no cierre oportunidades a las relaciones interpersonales.
Publicar un comentario