“Dejémonos abrazar por el Pan Vivo bajado del Cielo”,
Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara
Fernando Javier Vera Gloria
El mundo necesita con urgencia una Sociedad que viva la justicia, la paz, la fraternidad y la solidaridad en todo momento, en cada acto, desde el más sencillo, afirmó el arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, durante la celebración eucarística Eucaristía de la Festividad del Corpus Christi.
Estos valores, subrayó, son testimonio de quien ha tenido una experiencia de Cristo, viviendo los preceptos del Evangelio y alimentándose de Él.
“Yo soy el Pan Vivo para que el que lo coma tenga vida en abundancia; quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, nos dice el Señor. Cristo es persona viva; comerle significa creer en Él, aceptarlo como persona divina que nos ama y nos salva”.
Enfatizó que los católicos tienen el compromiso de ser agentes de vida, testimonio constante con sus obras de ser hijos de Dios.
“No podemos convivir con ninguna expresión de mal y daño, quien se alimenta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, como los primeros discípulos: Deben estar presentes para dar vida nueva, para ser constructores y servidores de la vida”.
Invitó a erradicar la triste realidad de violencia y mal que los noticiarios nos presentan cada mañana.
“Ya no queremos más signos de muerte. Qué triste es que la vida humana sea maltratada por quienes están llamados a ser agentes de la vida”.
Centenares de personas acompañaron al Santísimo desde el Templo Expiatorio hasta la plaza de La Liberación por la ruta de las avenidas Enrique Díaz de León e Hidalgo en una festiva tarde en que Sacerdotes, religiosas y laicos convirtieron la vía en un gran orfeón de alabanza.
Cánticos eucarísticos y oraciones de júbilo que tuvieron su culmen en la solemne bendición en el corazón de Guadalajara.
¡Bendito sea Dios, Bendito sea su Santo Nombre, Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre… retumbó por doquier, con la fuerza de la Fe de miles que postrados refrendaron esta tierra como suya al Amor de los Amores.
Publicar un comentario