La entrevista se realizó el martes 11 de julio a través de BBC World News en un segmento dedicado al “Día Mundial de la Población”, donde Ekeocha representó a la Sociedad para la Protección de los Niños No-nacidos.
“Mi salvación de la pobreza fue la educación, no fue la anticoncepción. Y hay tantas otras mujeres que han caminado por el mismo camino que yo, sin tener que recurrir a anticoncepción alguna proporcionada por el gobierno británico o el gobierno de Estados Unidos”, dijo Ekeocha, que además aseveró que la pobreza se combate con el aprovisionamiento de alimento, agua o atención médica básica.
Luego, ante la afirmación de la periodista Babita Sharma, de que el aborto y la anticoncepción son un “derecho humano básico”, la activista provida le recordó que las mujeres africanas no piden ninguna de estas alternativas, debido a que representan una “solución occidental”.
“Si hablamos de aborto, bueno, no creo que ningún país occidental tenga derecho a pagar por abortos en un país africano, especialmente cuando la mayoría de la gente no quiere abortar. Eso entonces se convierte en una forma de colonización ideológica”, indicó la activista.
En respuesta, la periodista de la BBC, dijo que es un “hecho” de “que cientos de millones de mujeres no tienen acceso (a la anticoncepción) y deberían hacerlo”.
“Bueno, estás diciendo ‘deberían’, pero ¿quién eres tú para decidir, si no te importa lo que yo diga? No hay una demanda popular. Yo nací en África, me crié en África y estoy allí varias veces al año. Hable usted con cualquier mujer (africana). Creo que la anticoncepción podría ser como la décima cosa que esta querría”, enfatizó Ekeocha.
Además, la activista africana le replicó que no se estaba escuchando a las personas. “En toda esta charla sobre la anticoncepción, la única cosa de la que nunca he oído hablar es acerca de sus efectos secundarios. Nadie nunca le dice esto a las mujeres africanas cuando vienen a promover la anticoncepción”, denunció.
Finalmente, Ekeocha dijo que hace poco consoló a mujeres africanas que tenían insertados dispositivos intrauterinos, sin haber sido advertidas sobre sus efectos secundarios.
“Estas mujeres estaban llorando. Nadie les contó nunca acerca de los terribles efectos secundarios de los anticonceptivos. Pero alguien de una organización occidental vino, les puso el dispositivo intrauterino, y finalmente les dijo: 'esto es lo que necesita para salir de la pobreza'”, concluyó.
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