Mons. Mollaghan recuerda a las víctimas mortales de la explosión en Rosario
Rosario (Santa Fe) (AICA): Rosario, cuna de la Bandera nacional, celebró este lunes la fiesta en honor de la Virgen del Rosario, venerada como patrona y fundadora de la ciudad. En ese marco, el arzobispo local, monseñor José Luis Mollaghan, recordó en una invocación religiosa a las 21 víctimas mortales de la explosión en un edificio. “Aún siendo un día de fiesta, no podemos dejar de hacer memoria con el corazón de aquello que nos duele, de las ofensas a la vida, de la trata y de la amenaza de la droga. De los abuelos necesitados y de los niños desprotegidos, y sobre todo de lo vivido en Salta y Oroño, que ayer mismo cumplió solo dos meses. Parece hoy, que en el CEMAR esperábamos con ansiedad que algún ausente apareciera; mientras que el paso de las horas y de los días, y el encuentro sin vida se transformaban en silencio y dolor”, dijo en su advocación.
A las 8.40 el gobernador de Santa Fe, doctor Antonio Bonfatti; la intendenta rosarina, doctora Mónica Feinn, y las autoridades provinciales y municipales se dirigieron a la catedral Nuestra Señora del Rosario, donde fueron recibidos por el arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, el párroco, abanderados de los colegios y fieles.
Las autoridades colocaron una ofrenda de flores a los pies de la venerada e histórica imagen.
En esta ocasión se escuchó el Evangelio de la Anunciación, y después de una oración, los presentes se dirigieron al Monumento de la Bandera, junto con el arzobispo de Rosario y las autoridades para iniciar el acto cívico de la ciudad.
Allí se encontraban junto al gobernador y a la jefa comunal, autoridades civiles, militares, de las fuerzas de seguridad y consulares, además de veteranos de Guerra de Malvinas, abanderados escolares y habitantes de la ciudad. Después del Himno Nacional, monseñor Mollaghan fue invitado a hacer una oración y ofrecer una reflexión religiosa.
“Aún siendo un día de fiesta, no podemos dejar de hacer memoria con el corazón de aquello que nos duele, de las ofensas a la vida, de la trata y de la amenaza de la droga. De los abuelos necesitados y de los niños desprotegidos, y sobre todo de lo vivido en Salta y Oroño, que ayer mismo cumplió solo dos meses. Parece hoy, que en el CEMAR esperábamos con ansiedad que algún ausente apareciera; mientras que el paso de las horas y de los días, y el encuentro sin vida se transformaban en silencio y dolor”, dijo en su advocación.
“Que este año, el día de la Virgen sea también el día del recuerdo de los veintiún hermanos nuestros que ya no están, y de sus padres y hermanos, de sus amigos. Es el recuerdo de muchos, conocidos y anónimos, que trabajaron incansablemente hasta el sacrificio y que tampoco queremos olvidar; como también el recuerdo de las víctimas del parque, solamente unos días después. Siempre debemos hacer memoria, sobre todo cuando pase el tiempo, y todo parezca que volvió a la normalidad”, agregó.
El prelado explicó que “por este motivo invocamos a Dios, porque en la cultura de un pueblo es muy importante la fe; que con su creencia y el testimonio de cada uno nos anima y nos llena de esperanza, contribuye al bien y pone de manifiesto la fecundidad social y humanizadora de sus principios, que iluminan la vida, las familias, las profesiones, y nuestras actividades; y nos impulsa a no ser espectadores, sino hombres y mujeres creyentes y creíbles en medio de la sociedad”.
“Por ser Rosario la cuna de nuestra bandera estamos llamados a formar patriotas, nos decía el papa Francisco en un mensaje que leímos en la Universidad Católica; y por eso agregaba ‘le deseo hoy a Rosario que pueda seguir adelante formando patriotas’; por eso pedimos que estas fiestas patronales sean un impulso para crecer, para alcanzar la dimensión amplia, lúcida y objetiva del bien común, y de la amistad social”, concluyó.
Los festejos patronales, en día de asueto para la ciudad, culminarán esta tarde con la tradicional procesión con la imagen de la Virgen del Rosario, que partirá desde la catedral, ubicada entre las calles Buenos Aires y Córdoba hasta la plaza de la Coronación, ubicada en Rioja y 1° de Mayo, donde monseñor Mollaghan celebrará la misa.+
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