Así lo advirtió recientemente Sergio Burga, investigador de la Oficina del Population Research Institute para América Latina, en un artículo titulado “Fujimorismo contra Fujimorismo”.
La división, explica Burga, se habría hecho evidente el 6 de junio, durante el debate del predictamen del proyecto de ley de crímenes de odio contra homosexuales, que promueve el partido de gobierno, Peruanos Por el Kambio (PPK), con los congresistas homosexuales Alberto de Belaúnde y Carlos Bruce a la cabeza.
Fuerza Popular es dirigido por la hija del expresidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, que no logró ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2016 frente al economista Pedro Pablo Kuczynski.
A pesar de la derrota en las elecciones presidenciales, Fuerza Popular obtuvo amplia mayoría en el Congreso, con 72 de los 130 parlamentarios.
Al debatir el proyecto de ley 1378/2016-CR sobre crímenes de odio en la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso, explica Burga, el partido de gobierno “encontró la forma de enfrentar a dos sectores de la hasta entonces monolítica bancada” fujimorista.
El enfrentamiento, destacó, “alcanzó puyas y discrepancias altisonantes entre figuras claves del fujimorismo en el Congreso”.
Los congresistas De Belaúnde y Bruce, indicó, se mostraron “muy cercanos a varios congresistas fujimoristas y muy beligerantes con otros” durante la sesión.
Entre los parlamentarios fujimoristas con quienes más coordinaban los oficialistas, señaló, estaban “Miki Torres, Leila Chihuán, Alejandra Aramayo y Miguel Castro”.
“El espectáculo”, dijo Burga, “no deja dudas que Keiko Fujimori no pudo controlar a su hermano, el congresista Kenji Fujimori, que estuvo presente durante toda la sesión sin ser miembro de la Comisión de Justicia”.
Semanas atrás, Kenji Fujimori modificó su foto de perfil en Twitter por una caricatura suya sosteniendo la bandera gay.
Burga advirtió que la situación podría llevar a que congresistas fujimoristas con “principios muy arraigados” renuncien al partido, debilitando la bancada.
Por otro lado, indicó, “los colectivos católicos y evangélicos, movilizados multitudinariamente en #ConMisHIjosNoTeMetas y Marcha por la Vida, se sumarán a la larga lista de adversarios de los fujimoristas”.
El investigador del Population Research Institute señaló que el acercamiento entre el partido de gobierno con algunos miembros de Fuerza Popular “crea sospechas sobre un arreglo debajo de la mesa”, cosa que podría afectar negativamente al principal grupo político peruano en medio de un “ambiente de hastío de la población por políticos que mienten y no cumplen sus promesas”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 1 de junio de 2017
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