El asesinato cruento de un Pastor
Cardenal Juan Sandoval Iñiguez
Arzobispo Emérito de Guadalajara
El 24 de mayo de 2017 se cumplieron 24 años del terrible asesinato del Emmo. Sr. Cardenal D. Juan Jesús Posadas Ocampo, Arzobispo de Guadalajara.
La versión oficial desde ese momento, y hasta hoy, es la misma, una confusión en medio de un enfrentamiento entre narcotraficantes, versión que –desgraciadamente- siguen repitiendo algunos Medios de Comunicación sometidos o vendidos.
Con información suficiente, pero…
El reporte del médico forense, don Mario Rivas Souza, dejó en claro que se trató de un atentado “directísimo” contra el Cardenal, por la dirección de los proyectiles y el tatuaje de la pólvora en cara y ropa del señor Posadas Ocampo.
Las declaraciones ministeriales de varios implicados y testigos ante la comisión tripartita, integrada por la Procuraduría General de la República (PGR), dos Obispos representantes de la Conferencia Episcopal Mexicana, y tres de mis abogados y yo, dejaron claro que se trató de un crimen de Estado, a manos de la gente de la PGR, a las que se les dio el encargo de matar y ocultar el homicidio. Todo el material de estas declaraciones se conservó en varias copias protocolizadas y depositadas en varias manos.
La información para el público se ofrece en tres libros, que sucesivamente se fueron publicando: “Sangre de Mayo”, “La verdad os hará libres” y “Los Chacales”.
¡No se puede decir que no se sabe o que no hay información! Y sin embargo, hasta la fecha no hay ningún sentenciado o preso por este terrible homicidio.
Una llamada de atención
Me pregunto, ¿nos estará castigando Dios con tantos males que permite? ¡Desde esa fecha en adelante ha ido creciendo en nuestra patria, la corrupción, la impunidad, el poder del crimen organizado que desafía al Gobierno y ya lo sustituye en muchos lugares!
¿Será que Dios nos está castigando por nuestros crímenes, como lo hacía -con frecuencia- con el pueblo de Israel?
Los repetidos ataques a la familia y a la vida, la práctica del aborto, su aprobación como un derecho en algunas legislaciones, y los asesinatos numerosos de todos los días nos dan prueba de ello. Nos urge a volvernos a Dios, y corregir el rumbo de nuestra conducta. ¿Qué milagro tendrá que hacer la Virgen de Guadalupe para rescatar a este pueblo de la miseria en la que ha caído?
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