El futbol es saber dar y saber recibir: José “Chivo” Mercado

Al igual que en la vida

Fernando Javier Vera Gloria

Mi cariño por el Atlas comenzó la tarde de un domingo en la casa de mi abuelita María cuando descubrí una fotografía de mis tíos José y Sigifredo, vestidos de futbolistas.
-¿Por qué mi tío José (su hermano) tiene un uniforme del Atlas?, pregunté a mi abue María.
– “Porque jugó en el Atlas”, respondió.
-  ¿Y mi tío Sigifredo?  (el portaba el del Zamora)
– “También,  pero ahí estaba en otro equipo”.
A partir de ese momento, mis ojos de niño les vieron con emoción.
Me hice asiduo lector de las “Remembranzas Futboleras de Peter”, que Ezequiel Aldrete publicaba los domingos en  el  periódico El Informador y que, para mi fortuna, coincidieron con el inicio de las narraciones de la etapa mi tío José como futbolista profesional,  tras su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 1948.
-¡Mi tío había ido a unas olimpíadas!, seguían las sorpresas…
En esa lectura dominical -que para mí se hizo obligada-  me emocioné con el segundo campeonato de Copa del Atlas, logrado el 6 de agosto de 1950 (día de su cumpleaños,  ¡vaya festejo!) en el Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, en la Ciudad de México, ante el Veracruz con un 3-1 en el que mi tío metió dos obuses que cimbraron las piolas de los tiburones.
De manera trepidante sufrí y gocé con el empate “a lo Atlas” a seis goles ante el Manchester United (campeón de Inglaterra), en el Gilmore Stadium de Los Angeles, California el cuatro de junio de 1950 en el que la figura fue Edwin Cubero con cuatro goles pero “con la destacada participación de José ´chivito´ Mercado (tenía 22 años) que maniató a Jack Rowley, de los mejores de Europa en ese momento”, según consignó Peter.
Especial domingo cuando “reviví” el triunfo 4-0 de la Academia del Atlas sobre las Chivas Rayadas del Guadalajara conseguido el 26 de noviembre de 1950 con tres anotaciones de José “Chivo” Mercado y una de Adalberto “Dumbo” López.
La emoción a tope con la crónica del 22 de abril de 1951, la del campeonato logrado con la victoria sobre el Guadalajara 1-0.
Un diario de la época, posiblemente El Esto, sobre mi tío José dijo en un pie de foto: “El ´Chivo´ Mercado, un jugador joven, lleno de ambiciones, con facultades a torrentes; juega indistintamente de interior izquierdo y de centro delantero. En muchos partidos de campeonato alineó y rindió a la altura de los mejores. Tiene por delante un provenir prometedor”.
Igual hubo tristezas, como la crónica del descenso en la temporada 1953-54 al perder  el Atlas 1-0 contra Tampico. “Fue una temporada muy mala, y ese día, no nos salió nada. Yo mandé a las gradas un balón que tuve a un metro de la portería”, nos platicó a varios sobrinos que le rodeamos en torno a una mesa,  una tarde de sábado.
Las anécdotas del campeonato y la del descenso las compartió con simpleza, en el entendido de que el deporte así es y de que hay cosas más importantes por las que uno debe alegrarse o entristecerse.
Esa tarde, una lección de vida:
“No hay derrotas eternas, al año siguiente regresamos a primera; enmendamos los errores y volvimos.
“Como muchas cosas de la vida, el futbol es muy sencillo si lo haces en equipo y sabes ser buen compañero; busca a tu coequipero para que te pase bien el balón y tú haz lo mismo.
“El futbol es saber dar y saber recibir”.
Mi tío José no se quedó en el pasado, retirado profesionalmente en el Celaya -al que posteriormente dirigió un breve tiempo- regresó al Club Occidente,  del que había salido para integrar una selección Jalisco de la que saltó a la mexicana para ir a Londres 48, y compartió su talento y experiencia con los muchachos de La Fábrica de Atemajac.
Recibiendo un equipo infantil que forjó el Padre Jorge de Alba Madrigal (primer párroco del Señor de la Ascensión), consolidó a una oncena juvenil de la que aún hoy, muchos se acuerdan por su buen trato del balón, ´a lo Atlas´.
Proveniente de una familia de once hermanos, de la que se desprendieron decenas de sobrinos, sobrinos nietos, y bisnietos,  tuvo para todos una sonrisa y una palmada de afecto sinceras.
Muchas anécdotas tras su partida, hoy he conocido;  se quedan en mi fuero… pero se parecen a muchas de las que hay en nuestras familias. Esas que describen y dan cuenta de que, más allá de las historias personales,  lo importante es vivir en armonía y respeto con Dios y los demás.
Gracias,  tío José por las emociones, recuerdos  y satisfacciones que nos dejas, no cualquiera puede presumir que en sus venas hay sangre de cepa rojinegra.

Un abrazo a mi tía Martha y a mis tíos: Marcela, Rebeca, José, Luis, Ignacio y Hugo.

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José “Chivo” Mercado en el estadio de la Ciudad de los Deportes.

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Equipo que logró el campeonato 1950-51 De izquierda a derecha: Felipe Zetter, Raúl “Inglés” Córdoba, Luis “Chamaco” Ornelas; Guillermo “Negro” del Valle, Felipe Velázquez, Edwin Cubero, Javier Novello; Juan José Novo, Adalberto “Dumbo” López, Jesús “Chita” Aldrete y José “Chivo” Mercado.

Palmarés de José “Chivo” Mercado

Campeón de Liga
  1950-51
Campeón de Copa
1949-50, 1950-51
Campeón de Campeones
1949-50, 1950-51

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