“Los ladrones entraron a la sacristía en el momento en que yo hacía la intención de la Misa que se celebraría a las 5:00 p.m. Entraron cerca de las 4:20, cuando no había nadie. Al levantar la vista, un sujeto me apuntó con una pistola, me insultó y me dijo que me calle. Luego, me taparon la cabeza y me amarraron las manos y los pies”, dijo a ACI Prensa el P. Salcedo.
El sacerdote dijo que los delincuentes lo amenazaron pidiéndole dinero, por lo que no tuvo otra opción que indicarles un cajón donde guardaba apenas entre 40 y 100 soles (entre 12 y 30 dólares).
“Rebuscaron en toda la capilla. Se llevaron también tres coronas de plata de poco valor, un cáliz bastante usado, un bastón de San Juan, mi celular y mi maletín”, indicó el presbítero.
Luego del asalto, el P. Salcedo dijo que gracias a Dios pudo sacar una de sus manos atrapadas y luego liberarse.
“Luego salí a la calle, llamé a la policía y puse la denuncia inmediatamente en la comisaría de Palacio Viejo. Además, una abogada del Arzobispado tomó la parte legal”, señaló.
“Gracias a Dios a mí no me golpearon y no me hicieron nada. Sin embargo, me encuentro un poco afectado psicológicamente, pero ya me estoy reponiendo”.
“Dios a veces nos pone pruebas y hay que saber afrontarlas”, dijo finalmente el sacerdote.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 15 de junio de 2017
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