La Basílica de San Benito, donde vivían los monjes, se construyó entre los siglos XIV y XVI sobre una estructura anterior. Su cripta es una antigua construcción del siglo I donde, según la tradición, vivió el santo patrono de Europa.
Milagrosamente, la única instalación del monasterio que quedó intacta fue la cervecería donde producen la famosa Birra Nursia.
Tras los terremotos, que dejaron a cientos de personas fallecidas, los monjes se vieron obligados a mudarse a tiendas de campaña y cabañas, en un inverno italiano particularmente frío.
Una vez trasladados, comenzaron a trabajar para reconstruir un nuevo monasterio a prueba de terremotos en San Benedetto en Monte.
Recientemente los monjes anunciaron una noticia particular: la cervecería belga “Leffe” acordó asociarse con ellos para la elaboración de una edición especial, cuyas ganancias irán directamente a la reconstrucción del nuevo monasterio.
“La cerveza Leffe, una de las cervezas más apreciadas de Bélgica y elaborada en la tradición monástica, lanzó una cerveza especial de edición limitada con Birra Nursia, nuestra propia cerveza, como etiqueta conjunta con Leffe Blonde”, anunciaron los monjes en un mensaje.
“Si bien las dos cervezas, Leffe y Birra Nursia, permanecen distintas, el nombre de Nursia en la botella de Leffe Blonde significa el compromiso compartido de las dos cervecerías: reconstruir Norcia y traer esperanza a la región golpeada por la tragedia”, explicaron.
Las 100 mil botellas de esta edición especial solo estarán disponibles para su distribución en Italia, y financiarán directamente la nueva capilla de madera “que no es solo para los monjes, sino que está abierta a todos los sedientos de Dios”.
La cerveza Leffe tiene raíces monásticas. La abadía de Leffe trabajó este oficio por siglos hasta los tiempos de la Revolución Francesa que provocó el abandono y la destrucción de la cervecería.
En la década de 1950, decidido a no dejar morir la tradición cervecera, el abad P. Abbot Nys conoció al maestro cervecero Albert Lootvoet, con quien selló un acuerdo.
Poco después, la fábrica de cerveza Leffe volvió funcionar y hoy está bajo la propiedad de Anheuser-Busch InBev. Algunos de los ingresos todavía van en apoyo al monasterio de Leffe.
Para los monjes de Norcia, la capilla de madera es la primera fase de una completa reconstrucción de la abadía. Si bien será inaugurada oficialmente en septiembre, ya se celebró una Misa de acción de gracias en la capilla de Pentecostés, pese a que el techo del templo aún no se termina.
“De esta manera, recordamos: Nisi Dominus aedificaverit domum en vanum laboraverunt qui aedificant eum”, dijeron los monjes, es decir, “Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican”.
Para los monjes toda esta experiencia es un recordatorio de que “en momentos de tragedia cuando todo parece perdido, Dios nos llama a confiar en que en algún lugar, de alguna manera, puede surgir el bien”.
Traducido y adaptado por Bárbara Bustamante. Publicado originalmente en CNA.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 7 de marzo de 2017
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