El nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo es anunciado el 25 de diciembre, en algunas misas, con este pregón:
En el año 5199 de la Creación del mundo, cuando al principio creó Dios el cielo y la tierra;
en el 2957 del diluvio;
en el 2015 del nacimiento de Abrahán;
en el 1510 de Moisés y de la salida del pueblo de Israel de Egipto;
en el 1031 de la unción del rey David;
en la semana 65 de la profecía de Daniel;
en la Olimpíada 194;
en el año 752 de la fundación de Roma;
en el 42 del imperio de Octavio Augusto;
estando todo el orbe en paz;
en la sexta edad del mundo:
Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, queriendo consagrar al mundo con su misericordisísimo advenimiento, concebido por el Espíritu Santo, y pasados nueve meses después de su concepción, (Se arrodillan todos los circunstantes, y prosigue el cantor en tono más agudo):
“nació hecho Hombre, de la Virgen María, en Belén de Judá”.
Navidad de nuestro Señor Jesucristo según la carne.
Quería dejarlo aquí, porque no me fue fácil encontrarlo en la red, y no hace daño que la versión en español esté en un lugar más.
Encuentro fascinante este texto de la liturgia, porque nos recuerda que no somos criaturas del día a día, que más allá de nuestras preocupaciones cotidianas hay un drama cósmico que se desarrolla ante nuestros ojos, y del que somos parte. También reflejan que la navidad no es un evento legendario, que hubiera ocurrido en los tiempos de “érase una vez”. La encarnación del Ser Supremo y fundamento de toda la realidad, ocurrió en un día y lugar determinados.Es interesante también que incluye no solo referencias bíblicas. También ubica la venida de Cristo en relación a la fundación de Roma y las olimpiadas, dos de los calendarios más populares en tiempos de Jesús. Con ello, se nos da a entender que la navidad es un suceso de alcance universal, que no afecta solo a los judíos y cristianos, sino también a los paganos.
Eso debería recordanos que el mundo antiguo era mucho más cosmopolita y tolerante que el nuestro. En una misma ciudad no solo convivían diferentes religiones, a veces con principios diametralmente opuestos, sino también calendarios particulares de cada barrio.
Hay otra versión, usada con más frecuencia que la que pongo aquí, y que no hace referencia a los años exactos de los eventos de la primera parte. Creo que la cambiaron por temor a que los fieles pensaran que las fechas de la creación del mundo o del diluvio eran cuestiones de fe. En mi opinión, eso implica menospreciar a los católicos, porque cualquiera se puede dar cuenta que el significado literal no es relevante. Por ejemplo, dada la violencia tan común en el mundo antiguo, nadie espera que “estando todo el orbe en paz” significa que justo ese año o ese día a nadie se le ocurrió enojarse con su vecino.
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