(Cfr. www.alfayomega.es)
19 de agosto, Día Mundial de la Asistencia Humanitaria
Cáritas Española reafirma su defensa de la dignidad y los derechos de las víctimas
La organización caritativa de la Iglesia recuerda a los millones de afectados por los desastres naturales en Ecuador, Nepal, Etiopía, Mozambique y Centroamérica, o por la violencia en Siria, Irak, Sudán del Sur, RD Congo y Nigeria
Con motivo de la celebración, hoy 19 de agosto, del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, una jornada auspiciada por las Naciones Unidas y que este año se convoca bajo el tema “Una humanidad”, Cáritas Española hace suyo el llamamiento de la comunidad internacional a activar el espíritu humanitario que hay en cada uno de nosotros.
En un día de tanto significado como este, nuestra confederación reafirma la defensa activa que el conjunto de la red Cáritas –presente en 165 países y más de 200 territorios de todo el mundo— hace cada día de la dignidad y los derechos humanos de las comunidades más golpeadas por los desastres naturales y la violencia en todo el planeta.
Acción global: Desde Ecuador a Nigeria
De manera concreta, Caritas Española pone el foco en la vulnerabilidad de todos y cada uno de los afectados con los que trabajamos día a día en diferentes partes del mundo: los cientos de miles de damnificados que perdieron a sus seres queridos, sus casas y sus pertenencias en los terremotos de Ecuador y Nepal; los que sufren la acuciante falta de alimentos provocada por el fenómeno de “El Niño” en Etiopía, Mozambique o el denominado «Corredor Seco Centroamericano»; a los que se han visto obligados a abandonar sus hogares por motivo de la guerra en países como Siria, Irak, Sudán del Sur, República Democrática del Congo o Nigeria; y a todos los que, a pesar de enfrentarse a condiciones de precariedad, acogen de manera generosa a millones de refugiados en Níger, Líbano, Jordania, Turquía o Grecia.
La asistencia humanitaria ocupa un lugar estratégico en la acción que desarrolla el conjunto de la red Cáritas en todo el mundo y en la que Cáritas Española participa como uno de sus miembros más activos a la hora de promover acciones dirigidas a salvar vidas, aliviar el sufrimiento y mantener y proteger la dignidad humana.
Este trabajo de protección, acompañamiento y asistencia a los damnificados se complementa con una intensa labor de prevención y de formación de las comunidades más expuestas a los desastres naturales o al impacto de la violencia.
«Faro de esperanza»
Esta opción por las personas más desfavorecidas no es sino la traducción práctica de las palabras dirigidas por el Papa Francisco a los participantes en la última Asamblea General de Cáritas Internationalis en la que se refería a nuestra institución como «la sal, la levadura y la luz de la Iglesia», que hacen de Cáritas «un faro de esperanza para las personas más necesitadas».
En el marco del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, Caritas se reafirma en el apoyo al espíritu evangélico y a los Principios Humanitarios que inspiran su acción, que lleva a cabo sin tomar partido por ninguna de las partes en conflicto (Neutralidad); sin hacer distinción por razón de nacionalidad, raza, sexo, creencia religiosa, clase social u opinión política (Imparcialidad); de manera autónoma ante intereses políticos, económicos, militares o de cualquier otro tipo (Independencia); y poniendo siempre al ser humano en el centro de toda acción (Humanidad).
Marco de «cooperación fraterna»
Desde sus orígenes, Cáritas Española viene implementando programas de acción humanitaria buscando no sólo una excelencia técnica sino una incluyendo en los mismos la calidez y cercanía necesarias para que los afectados por los desastres y las guerras se sientan también amados. Nuestro marco de acción es el de la «cooperación fraterna», el de la escucha atenta a las víctimas para conocer sus verdaderas necesidades y buscar así juntos las soluciones necesarias.
En este marco de actuación, que busca caminar junto a los que sufren en una relación entre iguales, la prioridad de Cáritas son los últimos y no atendidos, aquellos que han sido más gravemente afectados por el impacto de las crisis y los grupos más vulnerables, como son los menores no acompañados, las mujeres cabeza de familia, los ancianos y los discapacitados.
Para desarrollar este compromiso contamos con el trabajo constante y entregado de miles de voluntarios y de personal remunerado en las diferentes organizaciones que forman la gran familia Cáritas, integrada por 165 Caritas Nacionales repartidas por todo el mundo y que actúan en el seno mismo de la Iglesia universal. Su presencia constante en el territorio es la mejor garantía de asistencia a las víctimas, que se mantiene antes, durante y con posterioridad al impacto de una crisis humana.
En esta jornada, Caritas Española agradece a la sociedad española su apoyo y colaboración permanente y solidaria en la atención a las víctimas de los conflictos armados y desastres naturales donde actúa nuestra Confederación. Sin ese estímulo, sería imposible llevar a cabo esta labor.
Cáritas Española
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