“Pastores que sepan tratar y no maltratar”, “el Alzheimer espiritual” o el hecho de ser “misericordiado”, fueron algunos de los términos que utilizó Papa Francisco en el video mensaje dirigido a los participantes del Jubileo extraordinario de la Misericordia en el continente americano que se lleva a cabo en Bogotá del 27 al 30 de agosto. Se trata de uno de los videos mensajes más largos que ha hecho Papa Francisco durante su pontificado y en el que incide en varias ideas siempre relacionadas con la misericordia.
El Obispo de Roma recuerda la palabra del apóstol Pablo en su carta a Timoteo (1 Tm, 1,12-16a), donde resalta como Pablo utiliza la voz pasiva, el “fui misericordiado”. “La pasiva lo deja a Pablo en situación de receptor de la acción de otro, él no hace nada más que dejarse misericordiar. El aoristo del original nos recuerda que en él esa experiencia aconteció en un momento puntual que recuerda, agradece, festeja”, dice Francisco.
Pero advierte a su vez que “cuando nos olvidamos cómo el Señor nos ha tratado, cuando comenzamos a juzgar y a dividir la sociedad”, llegamos al Alzheimer espiritual. “Nos invade una lógica separatista que sin darnos cuenta nos lleva a fracturar más nuestra realidad social y comunitaria. Fracturamos el presente construyendo «bandos». Está el bando de los buenos y el de los malos, el de los santos y el de los pecadores. Esta pérdida de memoria, nos va haciendo olvidar la realidad más rica que tenemos y la doctrina más clara a ser defendida”.
En su video mensaje el Santo Padre pregunta a los participantes del Jubileo del continente americano si en nuestras catequesis, en nuestros seminarios “enseñamos a los seminaristas el camino de tratar con misericordia”. “En esto se juega nuestra acción misionera, nuestros planes pastorales. En esto se juegan nuestras reuniones de presbiterios e inclusive nuestra forma de hacer teología: en aprender a tener un trato de misericordia, una forma de vincularnos que día a día tenemos que pedir —porque es una gracia—, que día a día somos invitados a aprender”.
Finalmente Papa Francisco detalla que este encuentro que ha sido organizado conjuntamente por la Comisión Pontificia para América Latina (CAL) y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en colaboración con los episcopados de Estados Unidos y Canadá, “no es un congreso, un meeting, un seminario o una conferencia, es una celebración: fuimos invitados a celebrar el trato de Dios con cada uno de nosotros y con su Pueblo”
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