Zozobra y luto en los hogares
Indicación del Cardenal Robles sobre desaparecidos
Toma de conciencia sobre esta triste realidad. ¿Por qué a la Iglesia le importan los desaparecidos?
Pbro. Antonio Gutiérrez Montaño
y Mtro. Román Ramírez Carrillo
Al concluir los trabajos de la más reciente Asamblea Diocesana de Pastoral (junio 2016), el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, propuso que cada Parroquia estableciera una lista de personas desaparecidas en esa comunidad, para orar por ellas y sus familias, darle seguimiento al proceso de la investigación por su desaparición y, en su caso, señalar las personas que hubieran sido localizadas. Esta lista serviría, además, para que las Autoridades obtuvieran otros datos respecto a sus propias investigaciones.
La iniciativa volvió a mencionarla el jueves 4 de agosto, en la celebración del Día del Párroco. “Esto va a tener un efecto de toma de conciencia”, dijo el purpurado.
Presentamos, con las palabras del Arzobispo, el sentido, la finalidad y la disposición tomada para esta acción.
Visibilizar con sentido pastoral
“Se trata de una acción concreta en la reconstrucción del tejido social. Una periferia es la Sociedad dañada, desvinculada en su tejido por muchas cosas, pero una muy palpable es la violencia.
“Con un sentido pastoral, mirando a reconstruir el tejido social roto por la violencia que ha afectado a muchas familias y a muchas personas, espero que en cada Parroquia se dieran cuenta de si hay uno, cinco, diez o más desaparecidos, y que se haga una lista con los nombres, en un lugar visible a los ojos de la comunidad.
“Por lo tanto, yo quisiera que se registrara en su Parroquia a las personas que saben que han desaparecido, por lo que sea; que inviten a la comunidad a que reporte sus nombres. Si somos una comunidad, no podemos quedarnos indiferentes a lo que pasó a un miembro y a una familia de nuestra comunidad; que tomamos nota de una persona que ha desaparecido, que pedimos por ella, y acompañamos a la familia.
“Que ahí mantengamos esa lista, que nos ayuda a tomar conciencia, a ser solidarios, a dar consuelo a las familias y a estar con ellos; si aparece, como quiera que aparezca. Después, ponerle la fecha en que apareció. Si aparece muerto, también, lo cual sería muy triste”.
Quisiera que se registrara en su Parroquia a las personas que saben que han desaparecido, por lo que sea; que inviten a la comunidad a que reporte sus nombres”.
Solidaridad
“Al mismo tiempo que somos solidarios con las mismas familias, somos una voz que clama a la Autoridad, ya que la comunidad está consciente de que la Autoridad debe responder sobre esa persona desaparecida, porque si no, las Autoridades podrán pensar que el hecho de desaparecer cinco, diez o veinte, le es indiferente a la Sociedad.
“No nos interesa que las desapariciones hayan sido propiciadas por el crimen organizado. Nos interesa que son personas y que han desaparecido; y que aunque anduvieran en la peor actividad, como personas tienen que ser ubicadas, tienen que ser sometidas a juicio y, en todo caso, pagar ante la ley si hay algún delito.
“Nosotros -como comunidad de creyentes- tenemos que propiciar que cualquiera que esté sufriendo bajo estas circunstancias, sepa que es tomado en cuenta y que estamos ahí, a su lado, al menos orando, acompañándoles con la Fe y con la oración. Las familias atormentadas y dolidas por la pérdida de un ser querido, por su desaparición, van a sentirse tomadas en cuenta, y van a sentirse acompañadas en su pena, por la comunidad.
“No dejen de lado esta iniciativa. Sé que no es tan generalizada, que no en todas las Parroquias se vive esto, pero hay zonas en las que sí se presenta este problema”.
Los desaparecidos, reflejo de la crisis humanitaria en México
Mons. Carlos Garfias Merlos,
Arzobispo de Acapulco
Para la Conferencia Episcopal Mexicana, CEM, nuestro país vive una gran crisis humanitaria en la que, según el Registro Nacional de Personas Extraviadas y Desaparecidas, hay, a nivel nacional, al menos 27 mil 659 personas desaparecidas entre 2007 y 2015, que se suman a otras dramáticas cifras de ejecuciones extrajudiciales, feminicidios y diversos delitos.
El drama que enfrentan las familias de personas desaparecidas es muy grave. La incertidumbre de no saber dónde están sus familiares, si están vivos o muertos, si están pasando hambre, frío o sed, los mantiene en una situación de gran dolor, que se acrecienta cada día que pasa sin que se sepa sobre su paradero.
El Arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, Responsable de la Dimensión de Justicia, Reconciliación, Paz, Fe y Política, de la CEM, argumenta que “México debe hacer frente con sensibilidad y seriedad a este problema, y sanar esta herida abismal.
Los Obispos reconocen el esfuerzo que el Gobierno está haciendo en la materia, pero señalan que deben seguir buscándose las condiciones legislativas, institucionales y presupuestales para dar cumplimiento a los Derechos de las familias de los desaparecidos, sobre todo los Derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño, y el compromiso de que nunca jamás se repitan hechos semejantes.
El mensaje difundido en julio de 2016, en el contexto de la 2ª Brigada de Búsqueda de Desaparecidos en Veracruz, concluye con una invitación a la solidaridad: “El drama de los desaparecidos es también responsabilidad de la Sociedad Civil. Hoy, más que nunca, México necesita ciudadanos comprometidos en la promoción y defensa de los Derechos Humanos, y mexicanos y mexicanas solidarios en la búsqueda de la justicia, la verdad, el perdón, la reconciliación y la paz”.
Numeralia de desaparecidos
•Al terminar el año 2015, el Gobierno Mexicano informó que 27,638 personas (20,203 hombres y 7,435 mujeres) se hallaban en paradero desconocido, pero no especificó cuántas de ellas habían sido sometidas a desaparición forzada.
•En relación a la cifra de dos mil 962 desaparecidos del 1 de enero de 2006 al 31 de diciembre de 2015 en Jalisco, expuesta por María Eugenia Suárez de Garay, Investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el Fiscal General del Estado, Lic. Eduardo Almaguer Ramírez, puntualizó que, de este total:
El 6.20% corresponde a personas extraviadas a causa de diversos problemas.
El 12.15% se ausentó por su propia voluntad, en su mayoría adolescentes y mujeres violentadas.
El 14.05% puede estar vinculado a un delito, no siempre del crimen organizado o ligado a una actividad ilícita, sino que a veces son víctimas inocentes que acompañaban a otra persona que sí se involucró en algún hecho delictivo.
Del 67.59% de los desaparecidos, no se tiene un dato que lleve a saber con exactitud si se trata de personas ausentes o extraviadas. Además, la localización se dificulta por falta de una base de datos nacional que concentre información de Reclusorios, del Instituto Nacional de Migración, de ADN y de Hospitales públicos y privados, así como de Aerolíneas y servicios terrestres.
Hacemos como que vivimos
Testimonio de María Guadalupe Aguilar, madre de una persona desaparecida
“Mi hijo José Luis Arana se trasladaba de su domicilio hacia una cita de trabajo, y desapareció en el crucero de Tonalá y Tonaltecas, en el Municipio de Tonalá, el 17 de enero de 2011. No sé nada de él; he acudido a todas las Autoridades habidas y por haber; primeramente acudí a la Fiscalía del Estado. Nosotros creemos en las Autoridades, nosotros creemos en la justicia; sin embargo, poco a poco nos vamos dando cuenta de que esto es una falacia, pues en ningún lado me apoyan como yo hubiese querido para encontrar a mi hijo. Después de cinco años, esta situación es insostenible porque se va dando uno cuenta de que cada vez hay más desaparecidos en todo el país”.
Contemplarse a sí mismo, sin la fruición cotidiana
“Hacemos como que vivimos, dice una de mis compañeras, nos alegra que la Iglesia se esté acercando a nosotros, porque todas nosotras creemos que hay alguien que sabe dónde están nuestros hijos, y es Dios Nuestro Señor, y Él es el que nos da esa fuerza inmensa para seguir luchando, para seguir sosteniéndonos en este lugar; sin embargo, en lo que es la parte humana, la Iglesia no ha estado siempre de nuestro lado.
“Solicitamos la solidaridad de toda la Sociedad para que se una con nosotros, para que se sensibilice este tema de los desaparecidos
“En 2011, en una visita del Presidente Felipe Calderón, platiqué con él y me prometió encontrar a mi hijo. Después de dos meses de búsqueda, en conjunto con las personas del Estado Mayor Presidencial, les llamaba y me decían que sus teléfonos ya no existían. Empecé a darme cuenta de que todo era una mentira, de que tienen una mentalidad de simulación, pero efectivamente nada hacen para encontrar a los nuestros”.
Por nuestra cuenta
“Entonces, me uní a la Caravana de Javier Sicilia, que fue al Sur del país y, posteriormente, nos fuimos a Estados Unidos con la finalidad de llegar a Washington y hablar con los Congresistas para solicitarles ayuda: que no mandaran armas, que detuvieran la ayuda a México.
“Analizamos la situación y me di cuenta de que no teníamos nada qué estar haciendo en otro país; que las Autoridades de aquí son las que tienen la obligación de ayudarnos, de apoyarnos para encontrar a nuestros hijos.
“Lo más bonito de estas Caravanas es que nos encontramos las madres de todo el país, nos reunimos madres de Nuevo León, Michoacán, Veracruz, etc., y nos unimos en un abrazo en el que nos llamamos ‘hermanas de dolor’, y a partir de ahí decidimos que íbamos a buscar por nuestra cuenta a nuestros hijos.
‘Hicimos un grupo a nivel nacional, que es el Movimiento de Madres y Familiares de Desaparecidos en todo el país, en el que pretendemos hacer varias acciones, como luchar y trabajar en la nueva Ley de Desaparición Forzada. Llegó Peña Nieto con muchas promesas. Nos entrevistamos con él en el Castillo de Chapultepec. Todos prometen, pero nadie cumple; nuestros hijos siguen desaparecidos.
“Conforme va pasando el tiempo, nos vamos dando cuenta de que existe una gran corrupción.
Adiós para siempre
“En Jalisco, en octubre de 2014, se llevaron a cabo incineraciones en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, IJCF, sin tomarles muestra de ADN. ¿Cómo vamos a localizar a nuestros hijos, si tenían cerca de mil cuerpos de personas no identificadas? No los identificaron bien, con la finalidad de hacer confronta de todos los que nosotros buscamos.
Que falta presupuesto, que hay rezago para doce mil muestras. Nosotros, ¿qué hacemos? Nosotros no podemos solucionarle esa parte a la Autoridad; lo único que podemos hacer es manifestarnos ante la Sociedad y creamos el FUNDEJ, un Movimiento a nivel estatal, en el cual estamos congregadas todas las madres de los desaparecidos en Jalisco. Acudimos a todo lo que se nos ocurra, con tal de saber algo de ellos”.
Organismos señalan deficiencias en las investigaciones
Centro de Estudios para la Paz y el Desarrollo
Un dolor de todos
A lo largo y ancho del país vivimos una gran tragedia humanitaria por la violencia desbordada, afirmó César Octavio Pérez Verónica, Abogado y Director del Centro de Estudios para la Paz y el Desarrollo (CEPAD).
Señaló que, una sola persona desaparecida, ya debería dolernos a todos. “Vivimos en un país en el que Derechos Humanos es un compromiso de papel, que no se refleja en la realidad ni a favor de ninguna persona”.
Es importante que nos solidaricemos con las personas, con las familias que se encuentran viviendo esta gran tragedia de no saber en dónde se encuentran sus seres queridos, sus familiares, sus amigos. Consideremos que hablamos de veintiocho mil personas desaparecidas en la Nación en los últimos ocho años.
El tema de los desaparecidos refleja la gran impunidad y corrupción en que vive todo el país, pues no se ha dado respuesta a las víctimas ni a sus familias y, sobre todo, no se le ha dado justicia a las personas que no están con nosotros, debido a una situación involuntaria,
En otros países, como Argentina, Chile y más países del Cono Sur, ya vivieron esta tragedia y han podido ir resolviendo el asunto de la verdad histórica, la verdad sobre qué sucedió.
En nuestra Patria, el Gobierno y los Gobiernos anteriores nos deben muchas explicaciones.
En Jalisco, hasta la fecha, no hay un solo sentenciado por haber desaparecido a una persona o haber participado en la desaparición de ésta, y esto nos habla de corrupción y de impunidad.
Invitamos a todos a que tomen como propio y como una lucha personal y social, el tema de los desaparecidos.
Informe de la Comisión Internacional de Derechos Humanos
Desapariciones forzadas
Las desapariciones forzadas, con implicación del Estado, y las desapariciones perpetradas por agentes no estatales, siguen siendo una práctica generalizada. Al terminar el año, el Gobierno informó que 27,638 personas (20,203 hombres y 7,435 mujeres) se hallaban en paradero desconocido, pero no especificó cuántas de ellas habían sido sometidas a desaparición forzada.
Por lo general, las pocas investigaciones criminales sobre esos casos presentaban deficiencias, y las Autoridades no buscaban a las víctimas. La impunidad por esos crímenes seguía siendo casi absoluta. En octubre, la PGR creó una Fiscalía Especializada para que se encargara de los casos de personas desaparecidas o en paradero desconocido.
Varios grupos de víctimas y familiares, junto con Organizaciones de Derechos Humanos, abrieron un debate nacional y presentaron una serie de propuestas para su inclusión en la Ley General sobre Desapariciones Forzadas. El 10 de diciembre, el Presidente Enrique Peña Nieto envió al Congreso un Proyecto de Ley que no cumplía las normas internacionales.
En enero, el entonces Procurador General de la República volvió a afirmar que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa habían sido sometidos a desaparición forzada en septiembre de 2014, y seguían en paradero desconocido; que habían sido asesinados, incinerados y arrojados a un río. Se identificaron los restos mortales de un estudiante, pero el paradero de los otros 42 seguía sin revelarse.
En septiembre, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), nombrado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, determinó que la investigación presentaba graves deficiencias y que las condiciones del lugar hacían imposible que hubieran podido incinerarse los cadáveres del modo descrito por las Autoridades.
Al concluir el año, 100 personas habían sido arrestadas y estaban siendo juzgadas, pero no se había acusado a ninguna de ellas de desaparición forzada.
Pide Fiscal caminar juntos para encontrar a nuestros desaparecidos
En entrevista con el Licenciado Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, Fiscal General del Estado de Jalisco, refirió que, al ser nombrado para este cargo, encontró una área que requería de apoyo y personal, de recursos.
No todas son desapariciones forzadas
Precisó que “no a todos podemos etiquetarlos como desaparecidos. Hay personas ausentes por voluntad propia. Hay personas extraviadas porque tienen algún problema de carácter mental, en su gran mayoría. Se da un porcentaje alto de personas, no localizadas, como adolescentes, mujeres u hombres que se alejan de sus familias por sus problemas personales o porque deciden simplemente alejarse”.
Desapariciones vinculadas a un delito
Indicó que “lo que impacta a la Sociedad son aquellas desapariciones vinculadas a un delito; es decir, hablaríamos de un 90 por ciento, que no siempre es de la delincuencia organizada o de grupos delictivos. Otras desapariciones tienen que ver con temas de herencias, temas de despojo de tierras o temas de robo”.
De 2006 a la fecha, dijo que se cuentan 414 desaparecidos vinculados a un ilícito. “Ésta es la verdadera cifra, señaló el Fiscal, por la que abrimos una Área de Desaparecidos e Investigación Criminal, con la participación del Área de Inteligencia, y que nos ha dado resultados positivos hasta la fecha. Este tipo de investigaciones son complicadas, largas y, en ocasiones, la familia ya no tiene mayor información qué aportar, o los amigos, y ello hace que vayamos avanzando no con la eficiencia o con la rapidez que se quisiera”.
Y luego precisó que “esta Área de Investigación Criminal de Desaparecidos cuenta con ocho Agencias del Ministerio Público y con 30 Agentes investigadores, además de otra que abrimos en Puerto Vallarta, en la Costa Norte.
Protocolos internacionales para la búsqueda
Se cuenta con dos Protocolos Internacionales: la Alerta Ámber (dirigida a la desaparición de niños) y el Protocolo Alba (para mujeres), lo mismo que con un banco de sangre para obtener el ADN de los familiares, establecido desde 2014.
Añadió que se está buscando concentrar los esfuerzos donde hay un mayor impacto a la estabilidad social. “Hemos estado impulsando -dijo- a nivel nacional, primero, que en todos los Estados haya una Unidad Especial para atender el caso de los desaparecidos. La segunda iniciativa es que haya un banco de datos, una plataforma que nos permita conocer el listado de los internos en los reclusorios, en los hospitales públicos, quiénes han viajado.
Apuntó que “en este momento hacemos servicios de colaboración por Correo, cuando lo ideal sería presionar dos clic y acceder a una base de datos, y que en ese momento pudiéramos localizar a su familiar. Estamos trabajando con la PGR para, en el menor tiempo, tener una base de datos nacional”.
La relación con las Organizaciones de Desaparecidos
Respecto a este punto, hizo saber que se plantea “una relación de comprensión, de respeto y de colaboración, con todas. Sin embargo -precisó-, hay una Organización que tiene una visión distinta, y la estaremos atendiendo con Personal de las Naciones Unidas”.
La posición de la Fiscalía ante estas Organizaciones apunta a caminar juntos. Indicó que le queda claro que “el dolor que tiene una familia por no saber en dónde se encuentra su ser querido, no puede ser sustituido por ninguna acción, por ninguna política pública; lo único es encontrar al ser querido. En ese contexto, todos los esfuerzos que hacen las Organizaciones son recibidos con interés”.
Búsqueda de desaparecidos,una acción de Misericordia y de Cultura de Paz
Román Ramírez Carrillo
El llamado del Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo Metropolitano, invitando a los Sacerdotes a que en sus respectivos Templos tomen nota de los miembros de sus comunidades que han desaparecido, hagan una lista, oren por ellos y se solidaricen con las víctimas y sus familias, se inscribe dentro de las acciones de una Pastoral organizada para trabajar por la paz.
Gestos de Misericordia
Para los Obispos, el incremento de la violencia en México tiene sus raíces en la fragmentación del tejido social, generado por un modelo económico que desecha a los no redituables, y tiene como referente ético máximo la ganancia económica.
Por el Año de la Misericordia, los Obispos se propusieron impulsar, a niveles diocesano y parroquial, 12 acciones encaminadas a expresar la Misericordia con los heridos por la violencia, como imagen del Jesús que se acerca a sanar.
Las 12 acciones o gestos de Misericordia son: visitar a los descartados y no escuchados por la Sociedad; promover la toma de conciencia; promover la lectura de la Palabra en familia; realizar Jornadas de Oración por la Paz; cercanía y escucha empática con víctimas y familiares; encuentro del Obispo con familiares de las víctimas de la violencia; sumarse a los esfuerzos por encontrar a los desaparecidos; recuperar el significado de las fiestas religiosas; celebraciones de reconciliación en familia; impulsar una Pastoral educativa para la convivencia; conocer y promover economías que dignifican y, por último, promover la organización territorial y comunitaria.
Descartados y desaparecidos
Destacamos dos de estas acciones o gestos que en varias Parroquias de la Arquidiócesis ya se están desplegando.
1. Visitar a los descartados y no escuchados por la Sociedad.
Esto implica, para la Pastoral Social, ubicar, en las comunidades y barrios, cuáles son las personas descartadas y no escuchadas. Se identifica en la comunidad parroquial a las familias de los presos, a los enfermos sin seguridad social, los homosexuales que son agredidos y marginados, por citar algunos ejemplos.
Son visitados con una actitud empática, y se fomenta la cultura de la escucha para conocer su realidad y dejarse tocar por las necesidades que ahí aparecen. En la Zona Metropolitana se presentan ya experiencias de ESPERE, Escuelas de Perdón y Reconciliación, para la atención de víctimas de la violencia. Dieron inicio en la Parroquia de San Bernardo.
2. Sumarse a los esfuerzos por encontrar a los desaparecidos.
Algunos Sacerdotes y Laicos participan en los esfuerzos de la Sociedad Civil para encontrar a los desaparecidos. Van comenzando los trabajos para atender a las periferias existenciales y geográficas, entre ellas el contacto con diversos grupos que buscan a sus familiares. Se inicia la organización de actividades que expresan la solidaridad de la Iglesia, facilitando los espacios parroquiales para organizar las tareas.
En este contexto, sobresalen, además, las palabras de despedida del Papa Francisco en su reciente visita: “La noche puede parecernos enorme y muy oscura, pero en estos días he podido constatar que en este pueblo existen muchas luces que anuncian Esperanza; he podido ver en muchos de sus testimonios, en sus rostros, la presencia de Dios que sigue caminando en esta tierra, guiándolos y sosteniendo la Esperanza; muchos hombres y mujeres, con su esfuerzo de cada día, hacen posible que esta Sociedad mexicana no se quede a oscuras” (Ciudad Juárez, 17 febrero).
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