La niña se encontraba en un hogar de acogida pero, usando una medida de amparo, la Defensoría del Pueblo sustrajo a la menor y la internó en un centro médico que, según pudo conocer ACI Prensa, no tenía las condiciones adecuadas para atender una situación de alto riesgo como el parto de una niña de 11 años con 24 semanas de gestación.
En el hospital comenzaron durante la noche del viernes 5 de noviembre el proceso de parto, que se habría extendido por alrededor de 12 horas. El bebé, pesando aproximadamente 500 gramos, nació vivo pasadas las 10:00 a.m. en La Paz.
De acuerdo al diario boliviano El Deber, los abogados de la madre de la menor, Néstor Higa y Yovani Cabello, “denunciaron que la madre (de la menor) fue prácticamente secuestrada y perseguida para alejarla de su propia hija”.
“Qué necesidad tenían las autoridades del Estado de apurar el parto, ellos serán responsables si pasa algo peor con esa criatura”, expresó Higa.
En declaraciones al diario Página Siete Digital, la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, señaló que “lo único que puedo decirles es que se generó una protección respecto a los derechos de la niña”.
Precisamente Nadia Cruz encabezó a un violento grupo de feministas pro aborto que el 27 de octubre vandalizaron la sede en La Paz de la Conferencia Episcopal Boliviana, acusando a la Iglesia Católica de convencer a la niña de que no se someta a un aborto.
En Bolivia el aborto es ilegal, pero con una sentencia del 5 de febrero de 2014 del Tribunal Constitucional Plurinacional, una mujer víctima de violación puede solicitar el aborto sin ser penalizada.
La sentencia del Tribunal Constitucional no establece un límite a la edad gestacional para el aborto en Bolivia, pero el Ministerio de Salud establece el límite para esta práctica en la viabilidad del feto, a las 22 semanas.
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