Según informa Asia News, un chino y dos ciudadanos locales habrían sido víctimas de la violencia ocurrida durante las protestas.
Los disturbios comenzaron el 24 de noviembre, cuando un grupo de manifestantes llegó al Parlamento para pedir la dimisión del primer ministro, Manasseh Sogavare.
A causa de la pandemia, en el último año y medio las autoridades de las Islas Salomón cerraron el país, que es un archipiélago conformado por 900 islas. La estrategia sanitaria fue exitosa, pero afectó seriamente la economía. Sogavare, en su cuarto mandato como primer ministro, es acusado de favorecer más al extranjero, específicamente a China.
Este viernes, indicó Asia News, la residencia del primer ministro estaba parcialmente en llamas. En los dos días previos, vándalos atacaron tiendas grandes y pequeñas, colegios, un banco y varias comisarías.
La situación hizo que las autoridades solicitaran ayuda a la Policía de Australia y Papúa Nueva Guinea. Los australianos ya están en las calles de Honiara y mañana llegarán los del segundo país. No es la primera vez que Australia hace este tipo de intervención. Entre 2003 y 2017 un destacamento se quedó en Islas Salomón para ayudar con la seguridad.
El P. Mark Misiwasi, secretario adjunto de la Conferencia Episcopal, conformada por las tres diócesis de las Islas Salomón, dijo a Asia News que “los jóvenes de la parte occidental de la capital, cerca del aeropuerto, se han unido a la policía para intentar restablecer la calma y que la gente entre en razón”.
En el este, sin embargo, la situación es dramática, con la amenaza de una nueva marcha hacia el Banco Central, pese al toque de queda decretado por el Gobierno para controlar las protestas.
Según el sacerdote, aparentemente “no hay manera de hacer entrar en razón a la gente. Es increíble que no solo los jóvenes, sino también los ancianos, las mujeres y los niños se vean envueltos en una histeria colectiva de destrucción y saqueo”.
“El reclamo excede las reivindicaciones étnicas y políticas, y las reacciones se exacerban por la desesperación a causa del desempleo juvenil y la pobreza en las zonas urbanas”, agrega.
El arzobispo de la Iglesia Anglicana de Melanesia, Leonard Dawea, jefe de la confesión cristiana mayoritaria en las Islas Salomón, pidió a la población que detengan la violencia y no realicen ningún saqueo.
“Sin embargo, mientras los manifestantes no dejen de incendiar edificios, es peligroso hacer un llamado. Uno podría ser malinterpretado y sufrir graves consecuencias por ello, con el riesgo de no conseguir nada", dijo el P. Misiwasi.
En una declaración difundida el jueves 25, Sogavare dijo que solo se sometería a la voluntad del Parlamento, y no a la de la gente en las calles.
Según informa el diario español El Mundo, la embajada de China en Islas Salomón se pronunció tras ver cómo la turba saqueaba y quemaba negocios en el barrio chino.
“La embajada hizo gestiones solicitando a las Islas Salomón que tomen todas las medidas necesarias para fortalecer la protección de las empresas y el personal chino", indicó en un comunicado.
No es la primera vez que el barrio chino en Honiara es atacado. En 2006 fue arrasado porque muchos creyeron que empresas vinculadas con China manipularon las elecciones de ese año.
AntecedentesEn 2019 Sogavare se encontró en Pekín con el presidente chino luego que Islas Salomón rompió lazos con Taiwán, territorio que China considera separatista, para establecer relaciones diplomáticas con el gigante asiático.
Un día después del encuentro se supo que Sogavare había alquilado a una empresa china la isla de Tulagi para fines militares. En este lugar hubo una base naval japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Islas Salomón está situado en un punto estratégico en medio de la disputa entre China, Estados Unidos y Australia, por la influencia en la nación insular que tiene una pequeña población que no llega al millón de habitantes.
La isla de Malaita, donde está la capital Honiara y que está mayoritariamente alineada con Estados Unidos, llegó a anunciar en 2020 que haría un referéndum para separarse del país porque no reconocía las relaciones diplomáticas con China.
Hubo protestas pero el asunto no pasó a mayores, situación que ha vuelto a agudizarse con las protestas de estos días.
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