Día de los trabajadores en la fiesta de La Candelaria en Copiapó

Con la entrada de la imagen pequeña, la original, hasta el altar de piedra, comenzó la noche del sábado el Encuentro con los trabajadores. Fueron los mineros los que la trasladaron hasta el altar, donde el Obispo, Monseñor Gaspar Quintana, presidiría la celebración, junto al asesor de la Pastoral de los trabajadores, P. Guido Castagna, y el Rector del Santuario, P. Francisco Javier Medina.

Quien leyó la homilía preparada por el Obispo fue el P. Guido. En su mensaje, el Obispo recordó las palabras del Papa, señalando que “hay millones de hombres y mujeres que viven en periferias existenciales, en marginalidad no solo material sino espiritual y social, sin acceso a ser tratada con amor y respeto, ni espacio para crecer y desarrollarse en la plenitud de sus capacidades”. Agregó que “María siempre trabaja, igual que su hijo; es la humilde sierva del Dios de la alianza, la madre, la amiga, la ‘comadre’ solidaria y fiel. En sus manos maternales ponemos a los trabajadores, con sus valores y defectos, para que los ponga en el corazón misericordioso de Jesús”.


Las ofrendas fueron hechas por trabajadores de la minería, la salud, la educación, la construcción, por empleadas de casa particular, temporeros y migrantes, y se rezó de manera especial por las autoridades, las agrupaciones de trabajadores, los empresarios, los migrantes y cesantes.


Como cada año, se encendió una antorcha por cada minero fallecido en accidentes laborales en el último año. Willy Pizarro Gómez, Sergio Arán Lamas, Cristian Bugueño Hernández, y Eladio Vallejo López, más una por todos los trabajadores fallecidos.


Para la bendición final el Obispo habló por primera vez desde que empezó la fiesta pues una afección a las cuerdas vocales lo tiene impedido de hablar. Se refirió al próximo fallo de la Haya y pidió paz entre chilenos y peruanos.


Novena y catequesis en el Santuario


Más temprano en el Santuario tuvo lugar la novena. Después del rosario comenzó la catequesis del obispo, leída por el Rector del Santuario. En ella, el Pastor se refirió al encuentro de Jesús con Zaqueo. Señaló que “Zaqueo es un hombre de mala fama, pero quiere conocer a Jesús. Con él comienza a darse cuenta de sus pecados y quiere cambiar de vida, lo que llamamos la conversión, por eso, encontrarnos con Jesús es una inmensa gracia que Dios nos da para iniciar una nueva vida”. El Obispo recordó que “el Papa nos dice que ser un buen católico no consiste en saber muchas cosas de la fe, sino en llevar a la práctica lo esencial que Jesús nos trae como buena noticia: Dios es Padre lleno de misericordia, y todos somos hermanos con igual dignidad”.


El testimonio del día estuvo a cargo de una integrante de la Pastoral Juvenil, quien habló de su experiencia de fe en su familia.


“Jesús quiere ser luz para nosotros”


La misa de la tarde fue presidida por el P. Rodrigo Herrera. En su reflexión sobre el evangelio, el sacerdote dijo que la Palabra de Dios “debe tocar la vida, por eso es tan importante encontrar tiempo para Dios”. También dijo que “Jesús quiere ser luz para nuestras vidas, disipar las tinieblas, para reconocer la presencia de Dios, que da sentido y plenitud, y nos ayuda a caminar”. “Cuando cargamos la cruz con el Señor, el dolor se hace llevadero”, agregó.


Fuente: Comunicaciones Copiapó



Publicar un comentario

[blogger][facebook]

Agencia Catolica

Forma de Contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Con tecnología de Blogger.
Javascript DesactivadoPor favor, active Javascript para ver todos los Widgets