Misa en el día de la reconciliación.
La misa vespertina fue presidida por el P. Alejandro Castillo, junto a los sacerdotes Franklin Gonzáles y José Luis Peñaloza. El P. Alejandro hizo un repaso de los días transcurridos desde el comienzo de la novena, y por las distintas intenciones de oración de cada día, como los bailes religiosos, las mujeres, los jóvenes, y los migrantes. “Hoy es el día en que reconocemos nuestras debilidades- dijo- y le pedimos al Señor que tenga piedad de nuestros pecados”. El padre destacó que uno de los aspectos del ministerio de Jesús era el perdón. “Debemos ver si el reino anunciado por Jesucristo nos ha ayudado a ser más humildes y menos arrogantes, confiando en la misericordia de Dios, y de sabernos amados por Él, a pesar de nuestras debilidades, porque todos estamos llamados a ser anunciadores de este reino de misericordia”. El sacerdote subrayó que “este reino crece en silencio, casi sin darnos cuenta, en nosotros, valoremos nuestra vida, nuestra experiencia de fe, por pequeña que sea, porque puede ser como el grano de mostaza, que el Señor es capaz de hacer crecer”, y concluyó que “debemos terminar esta novena con la esperanza de saber que Él hace su obra”.
Durante la tarde tuvo lugar la tradicional entrada de pueblo, momento en que los bailes religiosos que participarán de la fiesta durante el fin de semana, entran oficialmente al territorio del Santuario y se presentan ante la imagen histórica de La Candelaria. Más de setenta bailes se espera que lleguen a la fiesta.
Fuente: Comunicaciones Copiapó
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