Estando en Francia el padre Salman se contacta con el Asesor Nacional de la JOC, quien era un sacerdote del Prado. Así llega a las Hermanas del Prado, quienes les ofrecen ir a Lyon si es que tienen verdadera vocación. El 14 de marzo de 1960 cinco jóvenes partieron a Francia, donde permanecieron cuatro años. En 1964 hicieron sus primeros votos. Al volver a la Diócesis fueron destinadas a la parroquia Santa Teresita. Luego de la muerte de Monseñor Larraín la primera comunidad se fue a Santiago. Más tarde, en el año 1967 llegaron al sector de Santa Rosa de Lontué junto a tres hermanas francesas. Actualmente realizan su servicio en Vallenar, Maipú y Pelarco.
Las religiosas del Prado, como lo expresa el fundador Antoine Chevrier, están llamadas a anunciar la riqueza de Jesucristo a los pobres, y hacer de ello una fuente de espiritualidad, desde la humildad, la sencillez, el no aparentar, el estar ahí, el escuchar y el buscar juntos razones por las que vivir y por las que hacer vivir a otros, sabiéndose acompañadas por el Espíritu Santo.
En Pelarco han ido haciendo crecer esta espiritualidad, sobre todo en la formación y el acompañamiento personal y comunitario.
Fuente: Comunicaciones Talca
Publicar un comentario