Sergio Estrada González
México, D.F.
En Rueda de Prensa, la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dio a conocer el inicio, por parte del Papa Francisco, de la Campaña Mundial contra el Hambre, denominada: “Una sola familia, alimentos para todos”, la cual tiene como objetivo erradicar el hambre en el año 2025, devolviéndoles la dignidad a nuestros hermanos que viven privados de alimentos suficientes y de buena calidad.
De acuerdo con esta Campaña, el mundo vive con el escándalo de mantener a casi mil millones de seres humanos en situación de miseria y hambre, pese a que la Tierra ofrece suficientes alimentos para todos; es decir, esta cifra significa que, de cada ocho habitantes del planeta, uno sufre de desnutrición. En México, 27 millones de personas carecen de una alimentación adecuada, según cifras de Coneval, de julio de 2012; y de ellas, sólo siete millones están recibiendo atención especial por parte del Gobierno.
Así pues, con la Bendición del Papa Francisco y su exhortación a compartir el pan y a cuidarlo, Cáritas Internacional, a través de sus 164 organizaciones, ha hecho una invitación a toda la población con capacidad de ayudar, creyentes o no creyentes, representantes de los tres niveles de Gobierno, empresas e instituciones públicas y privadas de diversa índole, a fin de que se sumen a esta noble cruzada mundial.
A ejemplo de Jesús, que multiplicó los panes para alimentar a miles, esta iniciativa tiene el fin de comprometernos a todos los que no sufrimos hambre, para tratar de resolver esta situación que provoca tan dolorosa desigualdad social; a vencer el egoísmo y a compartir lo que se tiene, con los hermanos más necesitados.
Esto convida a despertar nuestra conciencia a la corresponsabilidad, a no desperdiciar alimentos, a señalar y denunciar la injusticia y explotación que sufren los más débiles, y a exigir mejores programas y mayores presupuestos para incentivar la producción agropecuaria.
Mas, la Campaña también tiene otros objetivos alternos, entre ellos: compartir, quienes tengan los conocimientos y los medios adecuados para hacerlo, con los campesinos, las técnicas de producción, transformación y distribución de los alimentos que nos da la tierra; enseñar a las personas métodos de conservación de los mismos; inducirlas a adoptar buenos hábitos de alimentación, que prevengan la desnutrición y la obesidad, así como promover insistentemente ante las autoridades y representantes del pueblo para que promulguen Leyes justas que garanticen el derecho humano a la alimentación.
Dentro estas medidas, también están previstas nuevas iniciativas para hacer sentir a los más desprotegidos nuestro amor fraterno, y no humillarlos como infortunados beneficiarios de una limosna o una dádiva, sino hacerlos sujetos de su propio desarrollo.
MENSAJE DEL PAPA
A través de un Video-mensaje, el Papa Francisco hizo conciencia de este escándalo del hambre en el mundo, subrayando todo lo anteriormente señalado. Y, por su parte, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa y Presidente de Caritas Internationalis, también reiteró que hay muchas familias viviendo en pobreza total y que hay suficientes alimentos que producen la tierra y el mar como para poder erradicar este flagelo en el año 2025.
HAY QUE SUMAR Y NO RESTAR
El su turno, el Padre Patricio Sarlat, Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la CEM, explicó que esta Campaña ha coincidido con la “Cruzada del Hambre”, promovida por el Gobierno Federal: “Desde Cáritas, nos sumamos a esta iniciativa que ha emprendido el Gobierno mexicano para atender a nuestros compatriotas con hambre o enfermos.
“Necesitamos restablecer el tejido social con organizaciones civiles y gubernamentales, guiados por un fin común, como es atender a los más necesitados; así que la Iglesia, desde sus Obispos, Curas Párrocos, Centros Diocesanos y Voluntariado, tratará de sumar, no restar ni mucho menos dividir. Nosotros tenemos abiertos, a través de Cáritas, muchos Comedores en diferentes Parroquias, y también enseñamos formas de cultivar y administrar los bienes alimenticios a comunidades rurales. Queremos sumar nuestro esfuerzo sin hacer proselitismo; sólo buscando el bien”, dejó en claro el Padre Sarlat.
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