El Vicario indicó que ésta “se ha internalizado completamente lo que es el trabajo de la Pastoral Social y de las comunidades. Se espera la Cuaresma y la preparación anterior a lo que es el miércoles de ceniza, para motivar este trabajo que debemos verlo como un trabajo misionero, un trabajo muy incorporado a lo que es la pastoral, especialmente con los beneficiarios de este año que son los niños. Un signo de esta internalización es, por ejemplo, la alta asistencia de los delegados de las parroquias a esta reunión de difusión. Aún nos faltan los colegios, pero es una situación especial porque están de vacaciones. No obstante, es importante destacar que se incorporan a este trabajo misionero.
Sobre el sentido que tiene la alcancía que se distribuye en las parroquias, y el aporte que se hace en ellas, el Vicario explicó que “la persona que lleva la caja a la casa está haciendo una catequesis muy importante, porque le van a preguntar qué es lo que significa, y ellos tendrán que responder que con eso se está beneficiando a un niño que lo necesita. Al mismo tiempo, tendrá que detallar que no es un aporte cualquiera, sino que tiene un profundo sentido de ser generosos, que es nuestra tarea misionera, que todos estamos llamados a hacer realidad: que nuestro aporte sea en favor de los más necesitados”.
La Campaña Cuaresma de Fraternidad es una iniciativa de la Iglesia en Chile que procura incentivar una vivencia más profunda del tiempo litúrgico de Cuaresma, especialmente en las tres dimensiones que propone la liturgia: más oración, más penitencia y más práctica del compartir. Desde el 2013, con proyección de dos a tres años, la Campaña Cuaresma de Fraternidad apoya a los niños, en base a la resolución emitida por el Comité Permanente de Obispos.
Con la recaudación obtenida se constituirá un fondo diocesano, que financiará iniciativas de parroquias e instituciones de Iglesia, al servicio de la promoción y el desarrollo humano integral de niños y niñas.
Fuente: Comunicaciones Concepción
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