Así lo indicó el Santo Padre este 8 de noviembre en un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter @Pontifex_es.
“El mundo necesita cristianos que sepan mostrar con su vida la belleza del Evangelio; que sean tejedores de diálogo; que hagan resplandecer la vida fraterna; que difundan el buen perfume de la acogida y de la solidaridad; que protejan y custodien la vida”, afirmó.
El mundo necesita cristianos que sepan mostrar con su vida la belleza del Evangelio; que sean tejedores de diálogo; que hagan resplandecer la vida fraterna; que difundan el buen perfume de la acogida y de la solidaridad; que protejan y custodien la vida.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) November 8, 2021
En agosto de 2021, el Papa alentó a los consagrados a pedir la gracia de la “alegría en múltiples formas: paz, gozo, sentido del humor”; porque “la alegría es la máxima expresión de la vida en Cristo” y es el “mejor testimonio que podemos ofrecer”.
“Por favor, estar con Jesús es estar alegre, es tener también la capacidad que da la santidad de este sentido del humor”, destacó el Papa en un video mensaje.
En esta línea, el Santo Padre sugirió “pedir esta gracia” y recordó que la alegría es la “máxima expresión de la vida en Cristo”, porque constituye “el mejor testimonio que podemos ofrecer al santo pueblo fiel de Dios, al que estamos llamados a servir y acompañar en su peregrinación hacia el encuentro con el Padre”.
Además, el Papa señaló la importancia de la unidad y la comunión porque “la vida consagrada es experta en comunión” así como también “la vida consagrada es itinerante, es promotora de fraternidad”.
Asimismo, en junio de 2021, el Papa invitó a recorrer “el camino liberador y siempre nuevo de Jesús Crucificado y Resucitado”.
“Es el camino del anuncio, que se realiza a través de la humildad y la fraternidad…es el camino de la confianza mansa y obediente; los nuevos predicadores no conocen la mansedumbre ni la obediencia, y esta vía mansa y obediente va hacia adelante en la certeza de que el Espíritu Santo obra en todos los tiempos de la Iglesia”, afirmó durante una Audiencia General el Santo Padre.
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