Luego de la oración inicial, que se centró en recordar a los caídos durante el Régimen Militar. Tuvo lugar el debate entre los dos senadores, quienes abordaron tres temas; el vínculo entre sus valores políticos y el Evangelio, después dieron una mirada a las nueve comunas de la Zona Sur y finalmente, plantearon sus desafíos respecto a las problemáticas de esta porción de la Región Metropolitana.
Ambos coincidieron en los problemas de desigualdad que hay en nuestro país y que visualizan con mucha fuerza en ámbitos como la educación, la salud y la vivienda. Sin embargo, no coinciden ni en las causas ni en las soluciones.
“El SIMCE y el Binominal son una aberración, contribuyen a las desigualdades. Creo en una nueva Constitución, pero participada. Una reforma tributaria y que las AFP dejen de ser una fábrica de pobres” dijo en su intervención el candidato Carlos Monte.
Por su parte, Manuel José Ossandón enfatizó que la solución no es cambiar todo, “hay que hacer reformas, pero no todo está malo. Estoy de acuerdo también con una reforma tributaria. Tenemos que hacer programas más integradores. Hay comunas en Chile que tienen altos índices de calidad de vida como en Europa y otras que sus índices son iguales o peores a países africanos. Sin embargo, no por eso echaremos esas comunas abajo. El cambiar la Constitución es un proceso, tenemos que hacer alianzas”.
El rol de la Iglesia en estos proceso de cambio
El padre Fernando Tapia, párroco de Santa Cristina, valoró el debate de los candidatos y les preguntó cuál creían ellos que era el rol de los sacerdotes es estas transformaciones: “El diagnóstico que ustedes tienen es parecido.
Palpamos diariamente la desigualdad en nuestras comunidades y eso genera irritación. Ven el lujo con el que viven los de arriba y eso es un insulto a los más pobres. Hay nuevos conventillos, en un terreno viven 10 familias y todas comparten el mismo baño, eso genera rabia y molestia. Todos los sectores políticos serán responsables de una explosión social. Es urgente y necesario un cambio social y nosotros como Iglesia también tenemos que contribuir”.
Manuel Ossandón se declaró católico y dijo que la Iglesia debe ser protagonista de un cambio espiritual, que Dios está exiliado, “hoy en día todo tiene que ser laico, lo religioso es lo malo. Cuando defendemos nuestros principios nos tildan de intolerantes”.
Carlos Montes también se considera cristiano y cree que la tarea pendiente de la Iglesia son los jóvenes: “Se preocupaban más de los jóvenes en los 60 y cuándo se pusieron un poco revolucionario los dejaron solo enfrentado a la violencia y a la droga”, afirmó.
Además, agregó que la Iglesia ha estado ausente del debate de la educación, que apoya el modelo de financiamiento compartido que es una de las causas de la segregación, “ si hubieran colegios públicos de calidad, no se justificarían los particulares subvencionados ”.
El encuentro finalizó con un compartir fraterno como adelanto de Fiestas Patrias.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl

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