Cincuenta mil personas participaron ayer en la Procesión de la Virgen del Carmen por las calles del centro histórico de Santiago. Los concurrentes al evento se hicieron partícipes de esta celebración a través de cantos, lienzos, expresiones de alegría y de cercanía con la fe católica.
La gran cantidad de personas, al ver que se asomaba la patrona de Chile, rodeada de flores y custodiada por las Fuerzas Armadas y de Orden, gritaba “¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Viva!”. En su recorrido las calles se vistieron con pétalos, globos, lienzos blancos y mensajes de amor y unidad.
María José Estévez, asistió a la procesión junto a toda su familia y señaló que “fue una experiencia fue algo espectacular y digno de vivir”. Y agrega que “ver a tanta gente reunida por la misma razón, que además estén acompañada de sus familias, me parece un verdadero testimonio de fe, una demostración de que la Iglesia está cada vez más unida”.
Liliana Eguzquiza, Camarera de la Virgen del Carmen, cuenta que hace 40 años asiste a la peregrinación y que cada año ve sumarse más gente. “Ya no son sólo los fieles directos, sino más bien familias completas y grupos de jóvenes”, indica. “La gente no tiene miedo de profesar la fe. Ahora son capaces de salir a las calles, de acompañar con cantos, inundando las calles del centro histórico de Santiago con un espíritu de alegría”, cuenta con alegría.
Bernardita Correa, por su parte, caminó acompañada por los miembros de la Parroquia Santiago de Alcalá y comentó que quedó muy impresionada con la celebración en sí, destacando la gran presencia de jóvenes y la cercanía de los sacerdotes con las personas. “Ver a Monseñor Cristián Contreras y a Monseñor Pedro Ossandón, caminando a la par con nosotros, acercándose y saludando, hace constatar que ante los ojos del Señor somos todos iguales”, puntualizó.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
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