Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux fue ordenado sacerdote en Venecia, en el año 1934. Al año siguiente fue enviado de regreso a Chile para servir en el Vicariato Apostólico de la Araucanía (hoy Diócesis de Villarrica) como misionero.
Entre el período de 1943 -1956 como párroco y misionero en Pucón impulsó varias obras en beneficio de la Iglesia y del pueblo, entre ellas: el hospital “San Francisco” (1947), el monasterio “Santa Clara” de las hermanas clarisas capuchinas, la gruta de la Península de Pucón, capillas en Caburgua, Huife y Curarrehue, el Cristo de Antumalal, el Cristo del Tromen, entre otras.
El 15 de noviembre de 1955, Su Santidad Pío XII crea la diócesis de Osorno, y un año después, se nombra a su primer Obispo: el Padre Pancho; a partir de ese momento, Monseñor Francisco Valdés Subercaseaux. “Yo no nací para ser obispo, siempre he querido ser un sencillo capuchino. No me queda sino cumplir la voluntad del Santo Padre, si él quiere que sirva a Dios y a la Iglesia como obispo, lo haré”.
Muerte:
A los dos meses de celebrar su jubileo de 25 años de Episcopado su salud se deteriora y se le detecta un cáncer gástrico que fue declarado incurable. Monseñor Valdés pide pasar sus últimos días, antes de ser llamado a la Casa del Padre, con sus hermanos capuchinos en la Araucanía, donde había iniciado su trabajo misionero.
Sus restos reposan en la cripta de la catedral de Osorno. En 1992 se inició su proceso de beatificación, y fue declarado Venerable por Su Santidad Juan Pablo II. Su causa sigue en curso.
Fuente: Comunicaciones Osorno

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