Al comienzo de la liturgia, la joven María De Los Ángeles Retamal del Instituto de Humanidades de Coronel, cantó el Salmo y tocó su guitarra frente a los presentes en la catedral. “Es gratificante cantar no solo delante de mis compañeros, sino también al Señor, aplico lo que Él me quiere decir y lo hago vida en mí, me enorgullece hablarle a todos de Dios”, manifestó luego de la Eucaristía.
Posteriormente, Monseñor Fernando Chomali manifestó la alegría por la etapa que los escolares hoy están viviendo: “¿Quién es más libre, el que estudia más, o el que juega más? Yo me siento libre con la responsabilidad de hacer Misa” Además, solicitó a los presentes que “Vivan de acuerdo a los grandes ideales, con eso van a mover y transformar al mundo. Estudien impregnados del amor de Dios para traer beneficios a la sociedad, pues un estudio con amor, se convierte en sabiduría”.
Antes de finalizar la Eucaristía, Monseñor bendijo una imagen en mosaico de la Inmaculada Concepción que recorrerá diversos colegios católicos durante este año y cuyo primer paradero será el Instituto San José de Cañete. Ronald Sanhueza, uno de los alumnos de dicho establecimiento que lo recibió de manos del Arzobispo manifestó: “es un honor, el colegio me escogió para llevar un símbolo que nos representa a las escuelas católicas”.
Administrativos de los establecimientos también manifestaron su regocijo. Mariela Atienza, Directora de Formación del Colegio Santísima Trinidad dijo: “fue un gusto poder estar con el Obispo e iniciar el año escuchando el mensaje que nos da”. En tanto Silvia Fuentes, encargada de biblioteca del Instituto de Humanidades San Francisco de Asís de Lota mencionó: “es mucha alegría ver que los niños tengan esos encuentros que los haga fortalecer en el camino de la fe”.
Al término, estudiantes del Liceo La Asunción y Sagrado Corazón se salieron del protocolo y gritaron los típicos “canticos” de sus establecimientos, con un entusiasmo que contagió a los demás colegios, sobre todo de Madres Paulinas e Instituto San Sebastián de Yumbel que armaron una espontánea ronda de dinámicas y bailes que llamó la atención de algunos transeúntes. Esta situación fue comparable al llamado de servir a Dios con alegría que hizo el Papa Francisco con su frase “Hagan Lío”.
Fuente: Comunicaciones Concepción
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