El arte de decir “NO”

La Piedra en el Zapato

Ustedes simplemente digan “Sí” cuando es sí, y digan “no” cuando sea no. Mateo 5,37

Fernando Díaz de Sandi

Todo lo que eres, lo que haces, lo que tienes, ¿es lo que realmente deseabas para ti?
Uno de los movimientos más difíciles y complicados para muchas personas es el de saber girar la cabeza de derecha a izquierda para señalar una negación. Saber decir “no” es un arte, es el arte de la libertad plena, de la consciencia clara sobre las propias necesidades, sueños y metas.
La mayoría de nuestros problemas surgen por decir “sí” demasiado pronto y por decir “no” demasiado tarde.
Hemos sido dotados del bendito regalo de la libertad, del poder de la elección. Es lastimoso ver cómo el ser humano se dice “no” a sí mismo, entierra ese derecho bajo el miedo a decepcionar, bajo el temor a desagradar a los demás, a quedar mal, a no parecer tan “bueno” como muchos lo creen y otros tantos se aprovechan.
Piensa por un instante… ¿A cuántas reuniones has asistido cuando en el fondo deseabas quedarte en casa? ¿Cuántas cosas has comprado que ni siquiera necesitas o no te gustan pero las adquiriste por pena a negarte? ¿Cuántos jóvenes caen en las drogas y otras adicciones porque el día que un “amigo” les ofreció a probar no supieron decir que no? ¿Cuántas injusticias permitimos como sociedad porque no tenemos el valor de negarnos con firmeza ante leyes o acciones contrarias a los derechos más sagrados y fundamentales del ser humano?
Vamos por la vida diciendo que sí a la ignorancia, a la intolerancia, al abuso, a la corrupción, a todo aquello que daña o lastima. Llenarse de “síes” no es ser positivo, más bien nos convierte en veletas movidas a voluntad por el viento y los caprichos del mundo.
Es fácil decir “no” cuando se tiene claro lo que se desea, cuando existe la suficiente confianza en sí mismo, cuando el amor por la propia vida nos permite abrazar o rechazar según nuestro criterio, nuestros valores y principios aquello que se presenta como oportunidad o como amenaza.
Tengamos cuidado con los movimientos de cabeza. Tu vida y la mía merecen lo mejor, y eso sólo se logra a través de sabia, honesta y oportuna elección de nuestras opciones…
Piérdele el miedo a decir “no” a todo aquello que te aleje de ti mismo, de lo que crees, de lo que amas…

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