David Hernández
Establecer el Reino de Dios a través de la evangelización y la catequesis es el carisma que distingue a las Hermanas Evangelizadoras Eucarísticas de los Podres, una congregación cien por ciento mexicana cuyo origen se remonta a territorio cora, lugar donde la Madre Josefa Marín Román, religiosa que aún vive, pudo establecer aquella obra que nació como una inquietud espiritual.
“Dios ha regalado este carisma a la Iglesia a través de la Madre Josefa Marín Román, que anteriormente fue religiosa de las Maestras Católicas del Sagrado Corazón de JESÚS en Aguascalientes”, mencionó la Hermana María Concepción López González de la Santa Cruz, Superiora de la comunidad en Guadalajara.
“Desde niña –continúo- tuvo la inquietud de reunir a muchachas jóvenes que se dedicaran a enseñar la doctrina Cristiana, inspirada por su mamá en gran medida ya que ella fue catequista y fue quien la preparó para su primera comunión. Y en 1976, el 14 de agosto en la Diócesis de Tepic, estando como Obispo don Adolfo Antonio Suárez Rivera, tuvo acogida en esta Diócesis, empezando la fundación con tres jovencitas dedicadas a ser evangelizadoras”.
Carisma a través de la liturgia
Teniendo como carisma “El ardiente celo por el establecimiento del Reino de Dios en todos los hombres a través de la evangelización y la catequesis”, las Hermanas Evangelizadoras viven su apostolado en la Iglesia de Guadalajara por medio del servicio a la liturgia tanto en la Catedral Metropolitana como en el Templo de Nuestra Señora de la Merced, ubicado a un costado del Palacio Municipal de Guadalajara.
Otro de sus apostolados consiste en la fabricación de hostias. “La casa del pan” (como así llaman al convento donde hacen las hostias) es el lugar donde las madres baten la pasta, prenden la plancha, recortan y empaquetan las formas con las cuales “gran parte de Guadalajara comulgamos”.
Además de las hostias, las hermanas también se encargan de fabricar indumentarias clericales, así como todo textil que sea necesario para la celebración de la Santa Misa y para el cuidado de los objetos sagrados. “Se hace todo para sacristía, manteles, cubre ambones, revestir sagrarios, vestimenta para el sacerdote de toda clase, desde capa pluvial hasta un alba sencilla, un paño de hombros, camisas clericales, entre otras cosas”.
Canónicamente, el instituto cuenta con Derecho Diocesano otorgado por el difunto obispo Alfonso Humberto Robles Cota, clérigo que desempeñó su ministerio episcopal por 27 años al frente de la Diócesis de Tepic, “aprobación primera que las constituyó como Asociación Pública de Fieles”.
Actualmente la Congregación está presente en Diócesis como Tepic, Campeche, Mérida, Chiapas, Tarahumara, Chihuahua, Guadalajara, Los Ángeles (EUA) y San Bernardino (EUA).
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