Durante una entrevista realizada por Zoom el 5 de octubre con el sacerdote jesuita Jim McDermott, editor asociado de America, Durbin expresó su frustración porque su historial de votaciones a favor del aborto le ha impedido durante 17 años recibir la Sagrada Comunión en la Diócesis de Springfield, estado de Illinois.
Todo comenzó en 2004, cuando el sacerdote de la parroquia de Durbin, el entonces P. Kevin Vann (ahora Obispo de Orange en el estado de California) le aconsejó que no se presentara a recibir la Comunión debido a su postura proaborto. Los obispos allí han respaldado y respaldan esa indicación pastoral.
Resumiendo los comentarios del senador, el P. McDermott escribió: “Que se le niegue la Comunión en su propia diócesis ha hecho que ir a cualquier iglesia sea una experiencia tensa e incómoda”. Durbin también expresó su frustración con “la forma en que los obispos parecen estar usando la Eucaristía con fines políticos”.
Políticos y atención pastoralEl P. McDermott claramente simpatiza con el senador, a quien presenta como alguien comprometido con los asuntos de inmigración, ignorando las críticas de Durbin contra los católicos nominados para servir como jueces de la Corte Suprema.
El jesuita nunca insiste con el senador para que explique por qué se ha aferrado con tanta fuerza a su postura proaborto, pese a sus costos personales y espirituales. Como resultado, el artículo se percibe como una pieza diseñada para aprovechar la buena prensa que Biden ha recibido a raíz de su reciente reunión con el Papa y para influir en el debate de los obispos estadounidenses.
Sin embargo, Durbin reconoce que muchos católicos laicos, incluidos sus amigos, abrazan la disciplina de la Iglesia que prohíbe que los políticos proaborto reciban la Comunión.
“Como la Iglesia ha enseñado claramente, una persona que recibe la Santa Comunión en pecado mortal no solo no recibe la gracia del sacramento, sino que comete el pecado de sacrilegio al no mostrar el respeto debido al Cuerpo y la Sangre de Cristo”, explica el borrador del documento de los obispos de Estados Unidos sobre la Eucaristía, que será debatido en su próxima asamblea.
Pero el senador considera esta enseñanza como opcional. En repetidas ocasiones sugiere que los obispos simplemente están jugando a la política cuando plantean sus preocupaciones sobre los políticos como él que reciben la Comunión.
“Es incómodo”Durbin afirma que ha encontrado un “nuevo hogar de fe” en una parroquia católica en la Arquidiócesis de Chicago. Sin embargo, el P. McDermott lo alentó a ampliar la "experiencia tensa e incómoda" de que se le niegue la Comunión en otras parroquias debido a su historial pro aborto; y a hacer algunos comentarios sobre “la forma en que los obispos parecen estar usando la Eucaristía con fines políticos”.
“Tres de cada cuatro obispos católicos votaron en junio para considerar un documento sobre la Eucaristía, lo que me preocupa es que tres cuartas partes de los obispos estadounidenses piensen que esta debería ser la política oficial de la Iglesia Católica en Estados Unidos”, dijo Durbin.
“Muchos me dijeron que espere porque el Papa tenía la última palabra sobre el tema, y como usted mencionó hace unas semanas, la dijo. Pero es incómodo. Tengo cuidado cuando voy a una iglesia a la que nunca he ido antes. Simplemente no sabes qué tipo de reacción vas a obtener del clero local".
Ante la asamblea anual de los obispos de Estados Unidos que se realizará la próxima semana en Baltimore, Durbin dijo que espera que los líderes eclesiales revisen sus puntos de vista sobre las mujeres en la Iglesia, algo que según él está “en la raíz de algunas de las dificultades que tienen los obispos, particularmente cuando se trata de cuestiones como choice", es decir, la postura favorable al aborto.
La inmigración triunfa sobre el abortoDurbin sugiere que su apoyo a los derechos de la inmigración debería darle un lugar ante el altar.
El senador también recordó que durante un reciente encuentro en Texas para hablar de la política de inmigración en Estados Unidos, un obispo católico le agradeció por su labor en el tema.
“Lo busqué luego y le dije: ‘El Arzobispo Gomez criticó a Joe Biden el día que comenzó su gobierno, y pienso que eso estuvo totalmente fuera de lugar’”.
También le dijo al obispo: “Si se critica a Joe Biden recuerde que su elección fue fundamental para hacer de la inmigración un tema viable”.
El P. McDermott presionó al senador para que explique por qué los obispos no estaban satisfechos con su compromiso con la inmigración.
“Creo que había decepción porque no había alguna muestra más fuerte a favor de Trump y entonces querían dejar claro a algunas personas en la Iglesia que, en su perspectiva, Biden aún era inaceptable”, dijo Durbin.
Verdad no dicha, poder no desafiadoAl final de la entrevista, el P. McDermott dejó que Durbin tuviera la última palabra, aunque el punto final del senador parecía no tener mucho sentido.
“No me di cuenta de que mi carrera política terminaría siendo un factor dominante en mi vida personal en ese sentido, pero lo ha sido”, dijo Durbin.
¿Por qué esperaría lo contrario? Para ser periodista y sacerdote, el P. McDermott extrañamente no parecía estar interesado en examinar el activismo pro aborto del senador, algo que es además una cuestión de derechos humanos. El lector esperaba las preguntas difíciles, que nunca llegaron, como estas:
“Al identificarse como católico practicante, ¿realmente pensaba que podría mantener separadas su fe y su vida política?”
“¿Cree que podría acercarse a recibir la Comunión y que al sacerdote no le importaría lo que haga fuera de la iglesia?”.
“¿Alguna vez se ha opuesto al compromiso de su partido respecto al aborto sin límites?”.
“¿Alguna vez defendió a miembros de su partido que fueron expectorados cuando rechazaron apoyar el fallo abortista de Roe vs Wade?”.
“¿Se arrepiente de haber atacado la fe católica de la jueza de la Corte Suprema Amy Coney Barrett durante sus audiencias de confirmación en el Senado?”.
“¿Si pudiera comenzar nuevamente en la política, tomaría un camino distinto?”.
Durbin está “incómodo”, así como todos nosotros, con las verdades incómodas que sustentan la disciplina de la Iglesia. Estas verdades producen fricciones en el alma de cualquier católico que las toma en serio pero son el fundamento de nuestra comunión en la fe y nuestra defensa de la dignidad humana, y también nos señalan el camino de la conversión espiritual y la alegría.
Pero los comentarios de Durbin no dan ningún indicio de tal consideración y sugieren que le falta imaginación y fe para concebir un mundo sin el fallo Roe vs Wade. Su universo político ha sido moldeado radicalmente de mil formas diferentes por esta injusta sentencia. A sus ojos, al parecer, impugnar una ley tan inmutable como esta equivaldría a impugnar la misma ley de la gravedad.
El P. McDermott lo sabe mejor pero no retrocede y nunca intenta aclarar la enseñanza de la Iglesia. Tal sensibilidad pastoral podría ser comprensible si Durbin fuera un político joven que recién comienza pero no lo es. Al senador de 77 años le queda poco tiempo para corregir su legado.
En ese sentido, se puede perdonar al lector que pregunte por qué America Media ha publicado la entrevista a Durbin justo cuando los obispos están elaborando un documento que esperan inspire a los fieles a amar y aceptar la Sagrada Eucaristía como la “fuente y culmen de la espiritualidad cristiana”.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en el National Catholic Register
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