Durante su participación en la conferencia de prensa, el Prelado indicó que esta fecha “es un recordatorio y sensibilización sobre las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que viven en el Medio Oriente”.
“Es importante ayudar a los habitantes - del Líbano este año - en el lugar donde están, para que no tengan que andar errantes en busca de ayuda”, enfatizó.
El Día de la Solidaridad con la Iglesia Perseguida fue establecida por decisión de la Conferencia Episcopal Polaca en 2008 y se celebra cada año el segundo domingo de noviembre. Este año esta jornada especial organizada por la Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) se celebrará el 14 de noviembre bajo el lema “Solidaridad con el Líbano”.
Mons. Mizinski señaló que la ayuda ofrecida a los libaneses del contingente militar polaco es invaluable y pidió apoyo para esta iniciativa a través de oraciones, donaciones y mensajes de texto.
“El Líbano necesita hoy nuestra solidaridad que proviene del Evangelio de Jesucristo”, agregó.
El Prelado instó a pensar en “nuestros hermanos y hermanas que se quedaron en el Líbano, pero no experimentan la paz y una vida digna en condiciones humanas” y remarcó que la recaudación será ayuda para “reconstruir las casas dañadas, para que no queden niños en las calles, para que los niños puedan ir a las escuelas”.
“De modo que, con el paso del tiempo, la vida en condiciones dignas para un ser humano será algo común”, agregó.
El Arzobispo de Gdańsk (Polonia) y presidente de la Sección Polaca de ACN, Mons. Tadeusz Wojda, señaló que “de manera especial, nosotros, como cristianos, estamos obligados a brindar ayuda constantemente a quienes la necesitan”.
Mons. Wojda enfatizó que podemos ayudar a los libaneses a través de donaciones económicas, oraciones e informando sobre la situación en este país a más personas.
El Arzobispo de la Iglesia católica bizantina melquita de Beirut y Biblos en el Líbano, Mons. Georges Bacouni, agradeció a la Conferencia Episcopal y al Contingente Militar Polaco por organizar un día de solidaridad con el Líbano.
Además, admitió que el Líbano se enfrenta a una situación muy difícil, principalmente después de la explosión en el puerto de Beirut en 2020, donde la mayoría de las víctimas, de las cuales hay unos 100 mil son cristianos, quedaron en la calle.
El 4 de agosto de 2020 una trágica explosión en el puerto de Beirut, capital del Líbano, causó 200 muertos y más de seis mil heridos, además de dejar gran parte de la ciudad destruida.
La explosión se produjo por el incendio de un almacén sin vigilancia con un cargamento de 2.750 toneladas de nitrato de amonio.
El director de la Sección Polaca del Contingente Militar Polaco, P. Waldemar Cisło, señaló que el Líbano está hoy al borde de una tragedia.
“El Medio Oriente es esa herida sangrante de la Iglesia. Queremos que el Líbano no se convierta en otro país sin cristianos”, lamentó.
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