En un texto titulado “Vivir en libertad y sin violencia”, publicado en su cuenta de Facebook, el P. Reyes Pías, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey, señaló que “todo el mensaje cristiano transpira actitudes que llevan a la paz: la relación con un Dios que se revela como padre, la visión del otro como un hermano, el perdón, la reconciliación, el rechazo de la violencia y la venganza”.
“Pero este ideal no se difunde por sí solo. Es necesario vivirlo y proponerlo. No podemos olvidar que la paz es un bien frágil, que debe ser construido y cuidado día a día”, subrayó.
El sacerdote cubano destacó además que “la paz es siempre un resultado, porque es la consecuencia de un modo de vivir”.
“La paz no existe por decreto, porque es un fruto del espíritu que comienza siempre en el corazón de cada ser humano, y desde ahí se propaga”.
“Por eso, la paz interior, personal, es algo que siempre puede estar presente. Sin embargo, esto no excluye la necesidad de factores sociales externos que contribuyen no sólo a que esa experiencia espiritual surja sino a que pueda construirse lo que llamamos la ‘paz social’”, dijo.
La reflexión del P. Reyes Pías se enmarca en la convocatoria realizada por grupos civiles cubanos para manifestaciones pacíficas en rechazo al régimen dictatorial comunista que oprime al pueblo cubano por más de seis décadas.
El sacerdote destacó en su texto que “hay elementos básicos que una sociedad necesita ejercitar a nivel global para que exista un ‘ambiente de paz’”.
“En frase de Juan Pablo II: ‘La paz exige cuatro condiciones esenciales: verdad, justicia, amor y libertad’”, señaló.
“Y en otro de sus discursos dice: ‘Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay verdadera paz si no viene acompañada de equidad, verdad, justicia y solidaridad’”, añadió.
El P. Reyes Pías advirtió que “no puede crecer la paz cuando no existe, a nivel social, el respeto al individuo y a sus derechos, ni cuando existe en amplios sectores sociales el desvalimiento y la desatención”.
“Cuando una sociedad no respeta estos valores, se genera un ambiente de malestar y violencia”, señaló.
“Dice el papa Francisco en la Evangelii gaudium (59): ‘Así como el bien tiende a comunicarse, el mal consentido, que es la injusticia, tiende a expandir su potencia dañina y a socavar silenciosamente las bases de cualquier sistema político y social por más sólido que parezca’”.
El sacerdote cubano concluyó su reflexión resaltando que es “necesario promover el respeto al derecho a la paz porque este derecho ‘favorece la construcción de una sociedad en cuyo seno las relaciones de fuerza se sustituyen por relaciones de colaboración con vistas al bien común’ (Juan Pablo II, Mensaje para la Jornada de la Paz, 1997)”.
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