TEPATITLÁN DE MORELOS, JAL. Una vaca de ganado criollo mexicano no tiene el tamaño espectacular de una de raza especializada en leche, como las pintas (Holstein). Pero su costo de alimentación es muy reducido por su carácter rústico, en comparación con el animal europeo.
Y es que el ganado criollo es motivo actual de una revaloración para tenerse vigente y aprovechar sus características peculiares, entre las que se destaca el haberse adaptado a plenitud a las condiciones adversas de determinadas regiones del país, en un proceso de varios siglos, según lo señaló el Director del Centro Nacional de Recursos Genéticos de Tepatitlán (CNRG), Fernando de la Torre Sánchez.
Precisó que, si bien las razas bovinas y ovinas criollas son de baja productividad ante otras razas, particularmente las europeas (que están de moda), las razas oriundas son criadas con poco gasto en insumos, y por ello son de gran importancia ante el escenario incierto que plantea el cambio climático.
Puso el ejemplo de que las adversidades del clima que se han generado en los años recientes han propiciado que ya no se obtenga la misma abundancia en forrajes que se encontraba en varias regiones de país, lo que supone una desventaja para la producción de razas que requieren gran cantidad de insumos.
En cambio, los ejemplares de razas criollas, por su gran rusticidad que las ha caracterizado, son de gran utilidad.
Hizo notar el experto que las razas criollas no serán de gran provecho para un ganadero que demanda una producción comercial e intensiva, pero sí lo serían en los cruzamientos con las razas de gran demanda comercial.
No obstante que prácticamente el ganado criollo está casi desaparecido en las estadísticas de la ganadería mexicana precisamente porque los productores han perdido el interés en él, hay argumentos científicos que demuestran que posee ventajas competitivas, cuando los animales criollos se cruzan con otros ejemplares de alta productividad.
Por ahora, el ya cuenta con material genético, como son semen y embriones congelados, de ganado criollo de Nayarit y Tamaulipas, en cuanto a bovinos, así como del borrego Chiapas, en el caso de los ovinos.
Dicha Institución trabaja de la mano con el Consejo Nacional de Recursos Genéticos Pecuarios (CONARGEN) para reforzar el rescate de las razas criollas de bovinos y ovinos.
GANADO CRIOLLO Y GASTRONOMÍA REGIONAL
El Funcionario del CNRG, reveló un dato interesante: la leche de vacas criollas está ligada a diversos alimentos regionales, como son los casos del queso “Cotija” de varios Municipios de Michoacán y Jalisco; y quesos originales, de otras regiones específicas, como el Sur de Zacatecas (con Monte Escobedo como referencia) y de la Sierra de Tequila y el Norte de Jalisco.
Según Investigadores de la ganadería y de la gastronomía, la combinación de la leche del ganado criollo y de los pastos nativos da un sabor peculiar a estos quesos regionales.
En años recientes, se ha visto la proliferación de puntos de venta del llamado pajarete (una bebida a base de leche bronca, chocolate en polvo y alcohol de caña o tequila). Esta bebida también se elabora a partir de leche bronca de animales criollos, en repetidos casos. Al menos así se ha visto en las cercanías de Guadalajara.
EL DATO
Entre lo que se ha logrado en favor de las razas criollas, fue la formación de la Asociación de Criadores de Ganado Criollo Mexicano, además de la Asociación de Criadores de Ganado Romosinuano (especializado en carne) y de Criollo Lechero Tropical.
Los animales criollos tienen su origen en los animales traídos por los conquistadores españoles.
Fuente: CONARGEN.
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