Parroquia Nuestra Señora del Divino Amor, Fracc. Valle del Álamo
Rebeca Ortega Camacho
La Parroquia de Nuestra Señora del Divino Amor, ubicada en la Avenida de las Góndolas 341; pertenece al Decanato Nuestra Señora De Lourdes y la Vicaria del mismo nombre. Atiende a una población de aproximadamente 12 mil personas y de acuerdo al señor Cura Juan Javier Padilla Cervantes, actual párroco, es una comunidad divida en cuatro grupos sociales: 1. Los que viven en el Fraccionamiento Valle del Álamo; 2. Los que integran el Coto Habitacional; 3. Las personas que residen en la colonia Ferrocarril y 4. Los que se asentaron a un costado de las vías de ferrocarril y el espacio denominado “El Embarcadero”. Estos últimos “se identifican por su situación económica, la diferencia de pensamiento, la condición de su raza porque muchos son indígenas o de otros estados, y a veces ellos mismos se excluyen y no participan ni en la sociedad ni en la Iglesia.
“Tenemos una pastoral importante y una ‘Misión Permanente’ enfocada a los periferias y marginados. Nosotros decimos que estamos en el centro de la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero somos una ‘Periferia Social’, porque hay pobreza, drogadicción, inseguridad; también somos una ‘Periferia de fe’, porque falta formación de las personas, participación, coherencia en lo que dicen creer, apatía en la fe y, en la cuestión social, algo que resalta en la comunidad, es la pobreza económica. Al respecto hay mucho asistencialismo, sin embargo, la gente se hace apática para colaborar, ayudar y salir adelante.
“En todos los grupos sociales tenemos que trabajar a través de la misión, para formar una comunidad, integrar y restablecer el tejido social. Para esto, hemos implementado una pastoral a la que le llamamos ‘Misión Permanente’. Desde Aparecida se nos ha hecho ese énfasis de salir a las periferias e implementar una misión”, dijo el entrevistado.
Desde hace 4 años, se realiza una “Misión Permanente” a diario de evangelización, visiteo, convivencia y celebraciones, por medio de misiones especiales tres veces al año (Semana Santa, verano y Navidad), con apoyo de un grupo de Misioneros Laicos, coordinados por el Psicólogo Jaime Aguilar, del ‘Movimiento Águilas Guadalupanas’ de inspiración Salesiana. “Ellos atienden especialmente ‘El Embarcadero’ y las Vías. Además, los fines de semana trabajan en la preparación para los Sacramentos, la cuestión Evangelizadora, visita de casas y la convivencia con niños y jóvenes a través del deporte y actividades. En la cuestión social, con la ayuda e iniciativa de los Seminaristas Salesianos hemos implementado cuatro talleres: guitarra, computación, corte de pelo y baile; estos talleres se llevan a cabo en el Oratorio Salesiano (Calle 6A), asisten unas 80 personas desde niños hasta adultos mayores”.
Asimismo a partir del 2015 tres Seminaristas y un Diácono Salesiano apoyan los fines de semana y en la “Misión Permanente”, “han venido a fortalecer y enriquecer el trabajo pastoral con sus grandes iniciativas, entusiasmo, esfuerzo y entrega a Dios.
“A pesar de que es una comunidad que vive en la ‘Periferia Social’, se ve que ha crecido en su conciencia social y de fe, se ve más participación. El hecho de que hayamos llegado a las comunidades marginadas, donde hay mucha gente buena, que a pesar de las dificultades, tienen deseos de superación y son personas que quieren vivir su fe. La comunidad crece en la medida que uno se acerca a la gente”, señaló el señor Cura Padilla Cervantes.
La Pastoral
“La Parroquia camina a la luz del VI Plan Diocesano de Pastoral, para transformar y hacer presente el Reino de Dios. Tenemos como misión, viendo nuestra realidad: ‘ser una Iglesia Evangelizada y Evangelizadora; partir de la conversión personal y pastoral para alcanzar la renovación parroquial y la transformación de la sociedad’. En el Objetivo Diocesano hemos identificado cuatro puntos que impulsamos: 1. El Encuentro con Cristo, personal y comunitario; 2. Comunión y fraternidad; 3. La Palabra de Dios y 4. La Misión.
“En el trabajo pastoral, muy en concreto, tenemos los siguientes grupos: Catequesis Infantil -donde participan unos 300 niños-, liturgia, grupo de Presacramentales: bautismo y matrimonio; grupo de jóvenes, acólitos, Ministros de la Comunión, Adoración Nocturna, Inesitas y Tarsicios (30 niños) y coros parroquiales. Creamos una escuela que le llamamos ‘La Escuela de la Fe’, un espacio de formación especial para agentes, pero abierto a toda la comunidad, en la que también participan miembros de los distintos grupos.
“Hemos apoyado e impulsado las devociones y celebraciones populares, porque muestran la sed que se tiene de Dios; la gente se acerca, ya que la instruye de forma sencilla y la alimenta: en enero: Año nuevo, bendición de los animales y Reyes Magos; febrero: Presentación de Niños; marzo y abril: La Semana Santa; mayo y junio: Fiestas Patronales; julio: Virgen del Carmen, imposición del escapulario; agosto: visita del Señor del Encino; septiembre: Virgen de Zapopan; noviembre: los fieles difuntos y rezo de los 46 rosarios a la Virgen de Guadalupe, en la Parroquia y por zonas; el rezo diario de laudes y del Rosario con cantos; exposición del Santísimo todos los jueves y Misa de la Divina Providencia, todos los días primeros”.
En cuanto a infraestructura, en estos últimos años, se han hecho trabajos de mantenimiento al templo (pintura, cambio de duela e impermeabilización ), y de remodelación: de la Casa Pastoral, el Curato y el departamento del Vicario. “Adquirimos una nueva campana de casi una tonelada; además se han comprado objetos litúrgicos. Para alcanzar nuestros objetivos pastorales, y siendo una comunidad chica, tenemos que implementar algunas estrategias para conseguir recursos, desde donaciones, kermes cada domingo, rifas, es una cuestión que es necesaria”, señaló el Padre Juan Javier Padilla.
El 6 de junio de 1992, el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en ese tiempo Arzobispo de Guadalajara, consagró el Templo dedicado a María en su Advocación del Divino Amor, “Salvadora de Roma”. Por más de 25 años, se ha trabajado en la integración de la comunidad, atención espiritual y asistencia social.
Antecedentes
“Cuando el Papa Juan Pablo II, visitó Guadalajara (1979), le preguntó al Cardenal José Salazar López que si había alguna Advocación a Nuestra Señora del Divino Amor, y el entonces Arzobispo de Guadalajara le dijo que no; entonces, el Papa le sugirió que algún templo se dedicara a esta Advocación, y el Cardenal le pidió al Padre Bonifacio Yáñez Rodríguez (que había iniciado la construcción del templo, por encomienda del mismo Arzobispo) que se dedicara esta comunidad al Divino Amor”, relató el señor Cura Juan Javier Padilla.
Inicialmente se tuvo el pastoreo informal del Padre Francisco Javier García Ramírez, después fue designado como primer Capellán el Padre “Boni”. Posteriormente fue nombrado Capellán el Sacerdote Rigoberto Coronado Flores quien recibió el templo ya levantado y una casa sacerdotal. En 1989 llegó a la comunidad el Presbítero Juan José Luna Aguilar y el 2 de febrero de 1990 fue erigida la Parroquia. En el 2000, fue designado un nuevo párroco, el señor Cura Anacleto López Carrillo, y se quedó en el pastoreo de los fieles por nueve años. El 29 de mayo de 2009 fue designado el Presbítero Juan Javier Padilla y en el mismo año se integró a la comunidad el Misionero del Sagrado Corazón, el Padre Juan Lucas Couture Boulay, que falleció el 21 de octubre de 2016.
Información
Domicilio: Av. de las Góndolas #341,
Fracc. Valle del Álamo, Guadalajara, Jalisco.
Teléfono: 3810 0630
Facebook: Parroquia
Divino Amor
E- mail: parroquiadivinoamor
@gmail.com
Fiestas Patronales
Las Fiesta Patronales se celebran en la Fiesta de Pentecostés. Este año se llevarán a cabo del 28 de mayo al 4 de junio. Todos los días del novenario a las 7 a.m. habrá mañanitas, seguidas del Rezo del Laudes y la Santa Misa. Por la tarde, a las 19.30 horas, tendrá lugar la Misa Solemne presidida por un sacerdote invitado.
“Algo especial de este año fue que invitamos a las imágenes reconocidas de la Virgen María de la región: la Virgen de San Juan de los Lagos (28 de mayo), la Virgen de Santa Anita (31 de mayo), la Virgen de Ntra. Sra. del Rosario de Talpa (2 de junio) y la Virgen de Zapopan (3 de junio) e invitamos a los sacerdotes que han estado en la comunidad y son parte de la parroquia”, señaló el entrevistado.
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