“Los animo a pedir con confianza al Espíritu Santo que ayude nuestra debilidad, lo podemos hacer con la oración que nos propone la liturgia del día de Pentecostés y que comienza así: ‘Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre, don en tus dones espléndido. Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo’. Nos hará bien recitarla frecuentemente, nos ayudará a caminar en la alegría y la libertad”, dijo el Santo Padre en la Audiencia General del miércoles 10 de noviembre.
Al concluir con su serie de catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas, el Papa destacó la enseñanza del apóstol que “genera en nosotros entusiasmo; nos sentimos impulsados a seguir en seguida el camino de la libertad, a ‘caminar según el Espíritu’, siempre caminar según el Espíritu nos hace libres”.
Sin embargo, el Papa advirtió que cuando “somos conscientes de nuestros límites, porque tocamos con la mano cada día lo difícil que es ser dóciles al Espíritu,” puede surgir “el cansancio que frena el entusiasmo. Nos sentimos desanimados, débiles, a veces marginados respecto al estilo de vida según la mentalidad mundana”.
Ante eso, el Santo Padre alentó a “invocar más a menudo al Espíritu Santo” y agregó que “podemos hacerlo con palabras sencillas, en los diferentes momentos del día”.
Además, el Papa Francisco sugirió que “podemos llevar con nosotros, quizá dentro de nuestro Evangelio de bolsillo, la bonita oración que la Iglesia recita en Pentecostés”, que es la secuencia al Espíritu Santo, porque “es una oración bellísima”.
“Pero si no tienes la oración o no consigues encontrarla, el núcleo de la oración es: ‘Ven’. Como la Virgen rezaba con los apóstoles el día que Jesús subió al Cielo, ellos estaban solos en el cenáculo pidiendo ‘ven, que viniera el Espíritu’. Nos hará bien rezarla a menudo”, afirmó el Papa.
“¿Cómo se invoca al Espíritu Santo? Porque yo sé rezar al Padre con el Padrenuestro, sé rezar a la Madre con el Ave María, sé rezar a Jesús con la oración de las llagas, pero al Espíritu ¿cuál es la oración del Espíritu Santo?”, preguntó el Papa.
En ese sentido, dijo que “la oración al Espíritu Santo es espontánea, debe nacer de tu corazón, tú debes pedir en los momentos de dificultad. ¡Ven Espíritu Santo! La palabra clave es esta: ven, ven; pero lo tienes que decir tú, con tu lenguaje, con tus palabras: ven porque estoy en dificultad, ven porque estoy en la oscuridad, ven porque no sé qué hacer, ven porque estoy por caer, ven, ven. Es la palabra del Espíritu, llamar al Espíritu”, invitó el Papa.
Finalmente, el Santo Padre señaló que “así, con la presencia del Espíritu nosotros salvaguardamos la libertad, seremos libres, cristianos libres, no apegados al pasado en el feo sentido de la palabra, no encadenados a prácticas, la libertad cristiana, lo que nos hace madurar. Nos ayudará a caminar en el Espíritu, en la libertad y en la alegría porque cuando viene el Espíritu Santo viene la alegría, la verdadera alegría”, concluyó el Papa.
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