En un artículo de National Catholic Register, el escritor y autor del libro “Fruits of Fatima — Century of Signs and Wonders”, Joseph Pronechen, indicó que en sus 25 años de papado, León XIII “vio surgir grandes peligros en el mundo”.
“León XIII no se detuvo al hablar sobre los peligros del comunismo, el socialismo, la masonería y su camino hacia la destrucción”, remarcó.
Pronechen indicó que el Pontífice “advirtió sobre graves peligros” en sus 10 encíclicas sobre el Rosario, “incluida Fidentem piumque animum de 1896, hace exactamente 125 años, y Octobri mense en 1891, que celebra su 130 aniversario”.
Según recordó el autor, el Papa León XIII señaló en Octobri mense que los sufrimientos de la Iglesia, “lejos de mitigar, aumentan día a día en número y en gravedad”.
“Deploramos males conocidos por todos; los dogmas sacrosantos que la Iglesia custodia y enseña, son combatidos y menospreciados; son objeto de burla la integridad de las virtudes cristianas que protege la Iglesia; de muchas maneras se maquina por medio de la envidia el ataque al sagrado orden de los Obispos, y principalmente al Romano Pontífice, y hasta contra el mismo Cristo Dios”, agregó el Pontífice.
Pronechen dijo que el Santo Padre sufría por lo que sucedería en el futuro y lamentaba que muchos se extraviaran por “la perversidad de sus errores y su rebeldía contra Dios”, por su indiferencia “hacia cualquier forma de religión” que los ha despojado de la fe divina, por católicos que “apenas conservan la religión en el nombre, pero no la guardan en realidad ni cumplen con las obligaciones debidas”.
“Tan lamentable perversidad de los malos ha nacido principalmente porque en el gobierno de los estados, o no se le concede lugar alguno a la Iglesia, o se le rechaza el auxilio debido a su virtud salvadora, en lo cual aparece grande y justa la ira de Dios vengador, que permite que caigan en una miserable ceguera de entendimiento las naciones que se aparten de Él”, agregó.
El autor indicó que estas frases del Santo Padre suenan a noticias que se dan en la actualidad y resaltó que el Papa León XIII remarcaba que “es enteramente necesario que los católicos dirijan a Dios fervorosas, perseverantes” súplicas y oraciones, no solo en los hogares, sino de manera pública.
“Para que Dios libre a la Iglesia de los hombres malos y perversos, y traiga a las naciones la salud y sabiduría por medio de la luz de la caridad de Jesucristo”, agrega el Pontífice.
El Papa León XIII indicó que, en medio de esta tormenta de males, la Iglesia recuerda a los fieles la necesidad de orar “con más vehemencia a Dios” y, a ejemplo de los santos, pedir la intercesión de la Virgen María.
El Santo Padre afirmó que, por voluntad de Dios, así como “nadie puede llegar al Padre sino por el Hijo, casi del mismo modo nadie puede llegar a Cristo sino por la Madre. ¡Cuán grande sabiduría y misericordia resplandece en este consejo de Dios!”.
Pronechen indicó que el Pontífice deja claro que para responder a la lucha contra los males es necesario acudir al Santo Rosario, una oración agradable para la Virgen María y ventajosa para quien la reza.
Es una oración que tiene “el suave aroma de las rosas y la belleza de los floridos ramilletes. Tan propia como es para honrar a la Virgen, llamada Rosa mística del Paraíso”, remarcó.
El Papa León XIII indicó que al rezar el Rosario “redoblamos nuestras súplicas para implorar del Padre celestial el reinado de su gracia y de su gloria, y asiduamente invocamos a la Virgen María para que, por su intercesión, nos socorra”.
El Pontífice señaló que nuestra fe está expuesta a multitud de peligros y ataques cada día, y es por medio de esta oración que los fieles pueden obtener alimento y fuerza para su fe.
Pronechen remarcó que el Santo Padre aclara en Octobri mense que, si bien hay varias formas de rendir honor a la Virgen María, una de las más poderosas y agradables para Nuestra Señora es el Rosario.
“Bien podemos creer que la misma Reina del Cielo ha otorgado una eficacia especial a este modo de súplica, porque fue por su mandato y consejo que la devoción fue iniciada y difundida por el santo Domingo como arma muy poderosa contra los enemigos”, agregó el Santo Padre.
El Papa recordó otros casos registrados cuando el Rosario vino al rescate, proporcionando “pruebas notables” de naciones salvadas de peligros a través del Rosario.
Pronechen llamó a no desanimarse y recordar “que Dios responde como un buen Padre” y si bien no siempre se puede captar los designios del Señor, llegará “el momento en que, por la bondad de Dios, se aclararán las causas y los efectos, y se manifestará el maravilloso poder y la utilidad de la oración”.
“Entonces se verá cuántos en medio de una era corrupta se han mantenido puros de toda concupiscencia de la carne y el espíritu, obrando su santificación en el temor de Dios; cómo otros, expuestos al peligro de la tentación, se han refrenado sin demora para obtener nuevas fuerzas para la virtud a partir del peligro mismo; cómo otros, habiendo caído, se han apoderado del ardiente deseo de ser devueltos a los abrazos de un Dios compasivo”, agregó el Papa León XIII.
Finalmente, dirigiéndose a Nuestra Señora, el Santo Padre rezó para que “las naciones sumidas en el error puedan volver a la enseñanza y los preceptos cristianos, en los que está el fundamento de la seguridad pública y la fuente de la paz y la verdadera felicidad”.
“Que a través de ella puedan esforzarse firmemente por la más deseable de todas las bendiciones, la restauración de la libertad de nuestra Madre, la Iglesia, y la posesión tranquila de sus derechos”, concluyó.
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